lunes, 21 de septiembre de 2015

Fantasmeando en Buitrago - Skoda Buitrago Gran Fondo 2015

Esta carrera venía de lejos, ya que me había apuntado allá por Marzo, aprovechando un precio reducido que sacaron para atraer a participantes. Junto a unos colegas del foro, nos apuntamos todos en tropel. Aquella noche eligiendo tallas fue muy larga, para que luego resultase ser el maillot que otorgaba la organización un poco justo. Y menos mal que una semana antes solicité que me cambiaran de la talla M (según las tablas era mi medida) a la L...tendría que haber pedido una XL. El verano pasó sin mucho entreno debido a que tuve (y sigo teniendo) que dedicarle todo el tiempo posible al proyecto de fin de carrera. Y me planté en la meta de la Buitrago con poco más de 300kms en dos meses.

Algunas rutas durante el verano por Galicia, cañeras, pero no había sido un entrenamiento muy constante. En Junio habíamos hecho un reconocimiento de parte del trazado con la Alma y era algo asumible, aunque no a ritmo de carrera. Está claro que tampoco iba a ir como si se tratase de una ruta, pero la idea era llevar un ritmo un poco superior a los de ruta, pero sin llegar a darle mucha caña. Se trataba en origen de un circuito de 80kms y unos 2300mts de acumulado que luego se rebajó a unos 75kms con algo menos de desnivel, pero seguían siendo más de 2000mts. Mi esperanza era que, como dicen que las 29" van solas, no me costase mucho acabar la carrera.Y lo cierto es que algo de razón tenía, jejeje.



Tras las rutas que he hecho con la Ghost, sí que puedo decir que para bajar y llanear, es claramente una ventaja. No sé si por ser 29" la bici o por ser yo alto o ambas cosas, pero me va perfecta. Como ya expliqué en anteriores entradas, voy muy cómodo con ella, pero tras esta carrera, tengo claro que hay que reforzar y entrenar toda la zona de core/lumbar si no quiero acabar con los riñones destrozados después de carreras de larga distancia. Y para las subidas, no he notado ningún empeoramiento con respecto a la 26".

Por fin llegaba el día. La noche anterior me costó dormirme, recuerdo ver el despertador y marcaba las 3h40 y a las 6h15 me tenía que despertar. Y cuando más tiempo pasaba, más me agobiaba por el poco tiempo que me quedaba para dormir...y así el círculo vicioso. Suena el despertador, desayuno un poco más copioso de lo normal, pero sin exagerar, visita al baño, preparar el Camelbak y al coche. Todo lo demás ya estaba guardado y preparado en el coche para no perder tiempo. Siempre que tengo que ir a la zona la A1 me surge la misma duda: bajar hasta la M40 y subir por la A1, o meterme por carreteras de montaña, cruzar pueblos y llegar a la A1. Mejor por la M40, velocidad más constante y menos problemas para adelantar. Tras una horita de coche llego por fin a Buitrago y consigo aparcar sin demasiados problemas, bastante cerca de la meta de hecho. Salir del coche, sin prisas, montar todo...sacar la bici, primera carrera, la primera vez que la saco con un dorsal...es una sensación extraña, jeje. Como si primer día de cole. Alguna que otra mirada se queda clavada en ella, parece gustar y por lo que veo, es poco común. Durante todo el día, solo ví otra exactamente igual que la mía.


Doy unas pedaladas por la zona, paso a saludar a los colegas del foro que también participaban en la prueba y me dirijo a mi cajón. Fotos de última hora, preparar el GPS con el track de circuito para ver la altimetría, arrancar el endomondo, todo con bastante pachorra. Tanta que apenas tuve la sensación de esperar demasiado al pistoletazo de salida que llega sin casi darme cuenta. La salida muy tranquila, no estábamos muy apelotonados en el cajón de salida y el recorrido de los primeros kms se ha modificado con respecto al original, que enseguida nos encauzaba en una calleja estrecha. Aquí la salida se realiza por la calle principal de Buitrago, giro a la izquierda para pasar por debajo de la A1 tras un corto repecho que salvo sin problemas, de pie sobre los pedales, muy cómodo mientras voy adelantando a gente. Pasada la A1 vuelve el llano y ya engrano el plato grande y no veáis cómo acelera la 29" sin apenas esfuerzo, es una maravilla, voy encantado. Pongo el CTD en modo "trail" y voy adelantando a gente del cajón precedente. Algunos me adelantan también, por supuesto, yo solo voy a mi ritmo. Es la máxima para esta carrera "tú, a tu ritmo!! que son 80kms". Ya tendré tiempo de apretar (si es que me quedan fuerzas para entonces) cuando falten 15 ó 10kms, pero hasta entonces, iré a mi ritmo. Consigo alcanzar a un colega de mi peña y me quedo un rato hablando con él.

La carretera nos lleva al primer pueblo de la carrera. Adelantamos a algunos, otros nos adelantan...uno con malas maneras con riesgo de chocarme contra él e irme al suelo. Pero bueno, entiendo que a veces pasa que a un profesional de pacotilla lo colocan en el último cajón y tiene que adelantar como sea a todo el mundo. Está claro que debió de ganar la carrera, segurísimo. Del pueblo pasamos a una pista con algo de grava, con el firme un poco irregular, algo de traqueteo, pero voy muy cómodo con la 29". No diré que es como ir con una doble, pero si comparas una 29" de carbono con una 26" de aluminio, algo de diferencia se nota. Y más cuando hice el mismo recorrido un par de meses antes. Puesto que recuerdo el circuito, aprovecho para apretar un poco ahora antes de que lleguen las primeras rampas. Aprovecho un ligero repecho para descolgarme definitivamente de mi colega de peña (terminaría la marcha con sus colegas de profesión) y adelanto unos cuantos puestos. La horquilla en modo trail va fetén, una maravilla. Bajar algunos piñones de pie sobre los pedales y notar cómo aumenta la velocidad....me va a costar mantener un ritmo suave, jejej. Esta Ghost incita a darle caña. Y yo que estaba preocupado por que el cuadro fuese a ser más grande de lo que marcaba la tabla de tallas de Ghost, pensaba que iba a ser remolón, perezoso...nada más lejos de la realidad.


Hablando de realidad...llegan los primeros repechos y vuelvo a mi triste realidad. Me vuelvo a sentar en el sillín, bajo al plato mediano, subo piñones, y busco un ritmo en el que ir cómodo. Me empieza a adelantar más de uno y a alguno de ellos me los encontraré más adelante. No pienso morder el anzuelo, aún quedan unos 70kms y como no consiga encontrar un buen ritmo, se me puede hacer muy pesada la marcha. Igual que me pasó en el rally de Colmenar viejo y eso que "solo" fueron 70kms y 1500mts de desnivel. Por suerte voy en los grupos de cabeza, y eso me permite pasar algunos tramos ligeramente técnicos sin tener que poner pie a tierra, la gente sabe cómo ir sin entorpecer (colegas míos me contaron que atrás hubo gente que puso pie a tierra en los primeros compases de las subidas). Nos adentramos en al zona de pinares y empiezan las zetas, relaja un poco el desnivel y más o menos me voy manteniendo, adelantamientos por adelantados. La cosa va equilibrada. Alguno me intenta mantener el ritmo para que no les adelante, pero al final acaban cediendo y les paso. Se agradece el pinar, firme uniforme, sombra, poco calor, no demasiadas moscas. Saco la barrita y le pego unos mordiscos. Ahora a toro pasado, quizá tendría que haber subido un poco más relajado, pero cuando llegué a la cima no me encontré demasiado cansado.

Puesto que habían cambiado el recorrido, la primera ascensión se acortó un poco y por desgracia no llegamos a tocar la Horizontal. Habría sido muy bonito, aunque más adelante sí que volvimos a engancharnos a esa pista. Ahora lo que tocaba era bajar e iba a disfrutar como un enano. Mientras que con la Alma de 26", esta bajada la hice con bastante cuidado, con la Ghost fue todo lo contrario. La horquilla abierta en modo "descend" absorbía perfectamente todas las irregularidades, baches y saltos que me iba encontrando a lo largo del descenso. Plato grande y coronas pequeñas, pedaleando y dejándome caer. Algunos toques de freno en las curvas, pero muy seguro con las Ardent Race delante. Fui adelantando a todo el que podía, dobles, rígidas. Estaba encantado, disfrutando del descenso. Y eso cuando fui con la Alma, algunos tramos los tuve que hacer con bastante más precaución, pistas bastante inclinadas, con gravilla. No sé si fue inconsciencia o qué, pero disfruté como un enano. La cosa se puso un poco más seria cuando nos acercamos al segundo avituallamiento y la pista se estrechó un poco, para adentrarse en una zona sombreada y con algunas rodadas. Se nos pusieron de corbata a dos que íbamos siguiendo a uno al que de repente se le cruzó la bici y se tiró fácil unos 50mts derrapando, cruzando, con un pie fuera de cala...al borde del abismo. Si se llega a caer a la velocidad a la que íbamos, se habría hecho mucho daño. Y nosotros por extensión, porque no nos habría dado tiempo a frenar.

En fin, pasado el susto, primera parada en al avituallamiento y primer fallo de la organización: no había vasos de plástico para beber el isotónico. Lo tenían en garafas de 5litros e iban rellenando bidones, pero para los que llevábamos agua en las mochilas y solo queríamos un sorbito, la única posibilidad era encontrar una garafa vacía o con dos dedos de agua, beberte el agua, pedir que te echara un poco de isotónico y beber a morro. Y segundo fallo, bebida del tiempo!!!! Ultimamente está pasando mucho eso en las carreras, que las bebidas están del tiempo tirando a calentitas. No pido que estén recién sacadas de la nevera, pero sí fresquitas. No sé, algún arcón isotérmico, o que protejan la mesa de los líquidos con alguna carpa para evitar que les dé el sol directamente. No sé, creo que hay opciones viables para mantener el agua ligeramente fresca. Y eso que éramos de los primeros. No me quiero imaginar cómo estaba eso para los últimos de la larga o los que llegaron de la media.



Tras este avituallamiento aún quedaba un poco de descenso por las calles del mismo pueblo al que llegamos al prinicpio de la carrera. Algunas callejuelas, un giro fuerte a izquierdas, más descenso y ya directos a la segunda y larga subida de unos 20kms. Aquí iba a pasar algo de calvario. Pero no creo que fuese por fuerzas, porque más o menos acabé bien la carrera, pero las lumbares me mataron y hasta se extendió a unos calambres en la zona trasera e interna de los muslos. Tuve incluso que pararme un par de veces en la ascensión porque la espalda me estaba matando. Creo que cuando entregue el PFC, tendré que complementar el entrenamiento de la bici con algo de correr y ejercicios de core si no quiero sufrir en carreras largas.

Tras un poco de descenso engañoso, el terreno se estabilizó, se volvió horizontal y poco a poco a subir. La cosa empezó engañosa...unos cortos repechos, no muy duros, pero que iban desgastando poco a poco. Además de ser un terreno incómodo, algo técnico y pedregoso. Típica pista con rodadas de coche que no permite mucha opción para circular, adelantar o ser adelantado. Sin embargo, y volviendo a comentarios anteriores, el hecho de ir con una 29" por un terreno así de accidentado se notaba para bien. Contento. Tuve un par de pasos por zona de rocas en donde, como no! pegué un par de toques con la biela. Tengo que mejorar ese aspecto de la conducción con una 29" e ir con cuidado en zonas en donde la distancia suelo-eje de pedalier es justa, porque al final siempre me llevo un golpe en las bielas. Tras esa zona rompepiernas, llegaron unas bajadas cortas y empinadas, para afrontar seguidamente unos repechos de igual inclinación y longitud. Todo eso nos llevaba hasta el punto de corte entre la larga y la media. Y con los dolores que empezaba a tener de lumbares, se me pasó por la mente la idea de seguir todo recto. Pero un comisario de la prueba que no se quitó del medio y nos encauzaba a todos hacia arriba me hizo desistir de la idea y ya me puse a afrontar el calvario de la última mitad de la ascensión.


Fue una subida con menos pendiente que la inicial, pero más larga y desconocida sobre todo. Y eso suele ser a menudo lo que te hace malgestionar las fuerzas en una prueba. Aún así, yo tampoco estaba para muchos trotes. Tuve que parar un par de veces porque no aguantaba con la espalda. Ponerme de pie, estirarme un poco, y continuar con la marcha. Bajar plato pequeño, coronas intermedias, para ir con mucha frecuencia pero poca fuerza. Aún así, alguno que otro adelanté, pero fueron más los que me adelantaron que los que adelanté. De todos modos, no estaba muy desmotivado, me dolía, pero no lo estaba pasando tan mal como en la de Colmenar viejo. Otra cosa que me falló fue el GPS. Me bajé un track de 2Mb de peso y creo que fue un archivo demasiado pesado para que el GPS lo manejara con soltura. Sobre todo lo quería para controlar el perfil, ver lo que me faltaba de ascensión y fue imposible. Al final desistí. Me iba guiando por el endomondo, que me iba cantando cada kilométro avanzado. Pero llegados al km43, justo al lado de una fuente en donde todo el mundo paraba, tuvimos (y hablo en plural porque nos pasó lo mismo a todos los que estábamos en ese punto) un susto con el kilometraje. Otro de los fallos de la organización. Habían colocado un panel indicando que nos encontrábamos en el km40. Y en plena subida, cuando no estás para mucha fiesta, 3kms más o 3kms se notan. Y que te quiten 3,5kms jode mucho. Afortunadamente, todos coincidíamos en que estábamos en el km43.5 de la carrera.

Allí fue también donde me encontré con el colega Briandress, que había salido en el cajón posterior al mío y me había alcanzado. Traté de seguirle un poco, pero estaba demasiado jodido de las lumbares y tampoco quería exprimirme, que aún faltaba media carrera, y aunque gran parte era bajada, 40kms son 40kms. Aún nos quedaban unos kms más de ascensión, pero poca ya. Quizá de haber conocido un poco más el terreno, podría haber apretado un poco a partir de la fuente, pero como he dicho, desconociendo el terreno, es muy peligroso hacer alarde de fuerza, mejor pecar de conservador. Unos pocos metros más adelante, enganchamos con la Horizontal y pudimos disfrutar de un maravilloso paisaje, se divisaba todo el valle del Lozoya, con Buitrago al fondo y los pueblos cercanos. Unas vistas preciosas. Quizá la carrera no era muy técnica, ni el circuito muy atractivo al tratarse solo de pista, pero el paraje por el que discurría merecía la pena. Además que el tiempo acompañaba, sol, algo de viento en ocasiones molesto de cara, pero durante la mayor parte del recorrido, muy agradable. Una temperatura perfecta y eso que por la mañana amenazaba lluvia, pero al final tuvimos muchísima suerte en ese sentido. No me quiero ni imaginar cómo hubiese sido la carrera bajo lluvia o con barrizal...bueno, ante una situación así ya tengo muy claro que habría hecho la corta, si es que hubiese tomado la salida si quiera.



Y como siempre...tras la subida, llega la bajada. Una bajada en la que lo dí todo, y en la que comprobé que los decensos a tope también cansan. Tuvimos un primer tramo de llaneo, pero muy cómodo para ir con la 29". Es que enseguida que se pone llano, te permite...incluso te pide que engranes el plato grande (llevo un pedalier de 22-30-40) y jueges con las coronas intermedias, tirando a pequeñas. Y enseguida coges velocidad, y te embalas. Así cómo leches voy a relajar!!?? jejejej Hubo un momento Monegros total. Pista ancha, llana, con un grupo al fondo que me puse como objetivo alcanzar, levantando una polvareda como las que suele haber en los Monegros. Ahí me entró el gusanillo y apreté aún más. Abrí la horquilla y para abajo!!!! otra bajada de las buenas, menos empinada que la primera, pero igual de rápida. Con curvas muy cerradas, más que las primeras, y con piedras algo más grandes. Zonas de gravilla, pero con piedras. Y la 29" que iba como un tiro. No negaré que según avanzaba la carrera, menos fuerzas me quedaban en las subidas y, aunque conseguía adelantar a gente, más me adelantaban. Pero en los llanos y bajadas, no me adelantó nadie. Puede que en los llanos no adelantara a tanta gente, o que alguno se me resistiera, pero en cuanto el terreno se inclinaba hacia abajo, era mi turno. Lo vuelvo a repetir, una auténtica gozada bajar con la Ghost!!!! Y encima eso de ir bajando y gritando "¡¡derecha!!!....gracias!!!!", "...¡¡¡por la izquierdaaa!!!...gracias!!!!"...pues qué queréis que os diga, anima y da alas.

Y así llegué a otro de los avituallamientos en donde enganché a Briandress, aunque poco me duró. Llevaba comida de sobra y agua también, así que solo pillé un par de plátanos, que siempre vienen bien, pero tampoco me entretuve tanto como en aquel segundo avituallamiento en donde probé ese isotónico de dudosa efectividad. Ahora llegaban las rampas más duras del recorrido. No tanto por longitud, sino por inclinación. Y eso me mató. No sé si por apretar tanto en la bajada, o por ir muy tensionado, pero de repente unos calambres terribles en el interior de los muslos, como nunca me había pasado. En la vida!! me tuve que bajar de la bici y seguir andando, por aquello de no quedarme parado. Algún compañero me preguntó qué tal estaba. La verdad que un detalle por su parte, muy agradecido. Otra cosa no sé, pero compañerismo hubo mucho. Palabras de ánimos entre unos y otros, ayudas. La verdad es que el espíritu competitivo y deportivo que se vivió en esta prueba me gustó mucho. La gente vino a competir, eso sin duda, y a tratar de hacer mejor tiempo que los demás, pero no por ello olvidándose de uno de los pilares del MTB (y el ciclismo en general) que el compañerismo.


Creo que este tramo que hubo entre el último avituallamiento y el descenso final fue en donde peor lo pasé, tanto en las bajadas como en las subidas. Iba con el músculo raro, tenso, como a punto de caramelo de volver a agarrotarse. Pedaleaba con miedo, tratando de no forzar en exceso. Vi a otros en mi misma situación, gente que veías que te adelantaba a toda pastilla, y tenía que parar a los pocos metros. Me metí los dos trozos de plátano que había pillado para tratar de hacer frente a los calambres y parece que surtió efecto. Tanto las bajadas como las subidas tenían una inclinación muy fuerte. Afrontamos el último repecho, en el que la mayoría tuvimos que poner pie a tierra, bien por imposibilidad física o técnica. y desde allí llegamos a alcanzar el último descenso. Otra de las pistas rápidas del circuito, con Buitrago ya al fondo y eso nos dio alas a todos. Tuve un par de momentos de flaqueza en el descenso, una ligera sensación rara en el muslo y dejé de pedalear para dejarme caer sencillamente. Y claro, como siempre pasa cuando dejas de pedalear, pues que te adelantan. Pero encima de mala manera. El tio me pasó rozando y ni avisó por qué lado me iba a adelantar. Llego a desviarme un poco para evitar un bache o una piedra y la hostia que nos pegamos los dos es chica...en fin, hubo suerte. La verdad es que tuve suerte en toda la carrera, ninguna avería técnica y no sería porque no le dí caña a la bici. Creo que pasó su primera prueba cañera con sobresaliente, una maravilla.

La pista desembocó en el cruce de un pueblo, allí los voluntarios estuvieron hábiles indicándonos si por la derecha o la izquierda. Yo al menos iba como pollo sin cabeza y apenas me fijaba en las indicaciones. Iba pendiente de los voluntarios y de sus gestos, mucho cruce, mucho giro, y la Ardent Race respondiendo muy bien. Un comportamiento muy bueno, muy noble, igual que en la Alma en 26". Como cubierta delantera, ha sido un acierto!! Y ya los últimos metros por una pista que discurría paralela a la A1, adelantando a gente de la larga, de la corta...muy al estilo Monegros cuando estás llegando al final y los dos circuitos se vuelven a unir. Cruzamos el puente por encima de la A1 y ahora falso llano (de los cabrones) que pican para arriba para volver al punto de partida. Creo que tras los últimos repechos, esa llegada a meda fue mortal. Porque no solo tuvimos que llegar hasta la entrada del colegio, sino subir hasta arriba...unas pedaladas de pie y cruzando meta!!!

Como resumen, muy contento en general. Para haber estado dos meses sin apenas entrenar y con poco más de 300kms en el último mes, creo que acabé bastante entero. Lo de las lumbares, pues tocará hacer ejercicios de core y entrenar fuerte. Revisar quizá la posición de la potencia, ya veremos. Algo que va a tocar sí o sí, es el cambio de puños y de sillín, que el sillín me estuvo matando. Al final tenía que pasar, igual que pasó con la Alma, ya que ambas venían montadas con el mismo Selle Royale.


PD: más adelante pondré y cambiaré algunas fotos por otras más chulas y resultonas.
 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Nada es perfecto

Bueno, pues tras unas primeras salidas con la Ghost, he aquí algunos detallitos que no me han gustado mucho, aunque la mayoría tiene solución como todo. Con lo cual no hay arrepentimiento de haberme pillado esta HTX 5, en absoluto. Pero claro, tiene solución, con dinero de por medio, así que iremos poco a poco. Igual que pasó con la Alma, que le fui cambiando cosas según podía. Aquí lo malo es que sé por adelantado cómo va a ser la historia, y siento la tentación de hacer ya los cambios. Pero bueno, no hay prisa. Estos meses tampoco es que vaya a utilizar mucho la bici ni hacer muchos kilómetros, así que estos pequeños detalles no van a empañar en exceso las salidas en bici.

Empezamos por lo principal y básico: los neumáticos. Unos Rocket Ron de la marca alemana Schwalbe. Así en pocas palabras cómo los describiría?....¡¡¡¡menuda castaña!!!!! Joder, creo que hasta las Python que tenía la Alma agarraban más. Con esos me atreví a bajar aquel "bike trail" que iba desde el Uetliberg hasta Zurich sin ningún susto ni percance. Pero con estas....ni loco. Como parte positiva, al menos, está que son bastante ligeras. No son las típicas cubiertas pesadas que ponen de serie en la bici, pero casi hubiese prefiero unos gramo más por un poco más de agarre.


Como trasera va muy bien, agarra bien en tramos técnicos, con piedras, y en pista lisa y llana, sin problemas. Te puedes poner a pedalear de pie que no pierde agarre. Es decir, siempre dentro de unos límites, tampoco estoy hablando de llevar una oruga como los tanques. Pero delante, delante es como si no llevaras nada. No importe el terreno por el que vayas, que vas vendido. Ya sea en arena suelta tipo playa, por pista con gravilla en donde ahí vas por donde quiere y lo único que te salva un poco es el aplomo que tiene la 29". Pero no quisiera llevar esta cubierta en una 26". La única solución que le he encontrado es llevarlas más bajas de presión de lo normal, pero claro, eso deriva en otro problema: su fragilidad ante pinchazos y pellizcos. En fin, el tema de los neumáticos tiene fácil solución: en cuanto pueda, tubelizar y cambiar por una Maxxis Ardent race delante e Ikon o similar detrás.



Otro aspecto mejorable, los puños. En un principio parecen cómodos, para rutas cortas no van nada mal. Pero en cuanto empiezas a meterle kilómetros al asunto, y terrenos bastante técnicos, unos puños más cómodos no vendrían nada mal. Ahí es donde haré otro cambio también, pasando a unos ESI Grip chunky de color rojo, así va a juego con esa franja roja que atraviesa el cuadro desde la pipa de dirección hasta el eje trasero. Creo que le dará un toque bonito.


El sillín de Selle Royale. No digo que sea marca, y creo que objetivamente tampoco podría decir que es un mal sillín. Estéticamente me gusta, con los raíles a la vista, finito, muy pro. Pero, igual que pasó con la Alma, tendré que cambiarlo por un Avatar Gel que es el que llevo en al Alma y me va bien. Probar otra marca? Pues no sé. Me han hablado bien de los Fizik pero son muy caros. Luego están los Selle Italia (sinónimo de calidad en sillines) y los Prolog (de los cuales me han hablado muy bien) y siempre está el tema de probar algo nuevo. Pero claro, si algo te va bien (véase el Avatar) para qué cambiar, no? Quizá lo que haga sea cogerme el Avatar Expert, que es un poco más ligero.



Y ya para terminar, pero esto me parece que es un mal endémico de las 29" es la altura del eje de pedalier con respecto al suelo. Me da la impresión de que en las 29" la caja del pedalier va más bajada que en las 26". En donde más lo noto es en los pasos por piedras y rocas. Con la 26" trataba de buscar la trazada menos abrupta, sin embargo con la 29" tiendo a pasar un poco más por encima de las rocas, sin preocuparme de quedarme atascado o de que la bici se quede bloqueada. Lo malo llega en el momento de dar pedales, que en más de una ocasión chocan contra esas rocas.

Solución...poca. La única que se me ocurre es pillarme unos protectores de bielas. Que aunque tienen alguna muesca ya, como siga así van a pasar de negras a plateadas.


 

 

miércoles, 29 de julio de 2015

Fantasmeando - Primeras sensaciones Ghost HTX 5

Bueno, aprovecho para contar un poco las sensaciones de ayer con la 29". Al final, después de mucho dar la brasa a la gente por el whatsapp (muchas gracias, cracks!!! :abrazo:) me decidí por la XL. Lo primero que noto al sentarme es que realmente es una bici de mi talla, me noto extrañamente cómodo. A diferencia de todas esas 29" que probé en los Test Days, la mayoría de la talla L, que aunque me servían, me notaba como encogido. Sin embargo, en la web de Ghost, según los cálculos de mi entrepierna y su factor, me salía a elegir una L, pero bueno, el tema de la talla es historia pasada.


Pues como decía, el tema de la comodidad al montarme en la bici. Me siento sorprendentemente cómodo, una comodidad que tal vez no tenía en la Alma y eso que también era una XL. Quizá esta Ghost no lleve una posición muy racing, quizá debería probar a llevar la potencia invertida, pero ya tendré tiempo para probar eso. De momento, en una ruta de 1horita dándole caña, me he sentido muy cómodo, en cualquier tipo de terreno.


Algo que he notado que ha mejorado mucho, ha sido el momento de levantarse a dar pedales. Con la Alma notaba como ese gestor me desgastaba un poco más. Si era para afrontar un repecho con cierta antelación, no era tan grave. Lo peor era cuando tenía que levantarme del sillín por culpa de alguna irregularidad imprevista, o por necesidad de dar un arrancón de improvisto. Ahí sí que notaba un cierto desgaste físico a la hora de ponerme de pie. Sin embargo con esta Ghost, no existe tal desgaste, me pongo de pie y vuelvo a sentarme sobre el sillín de forma muy cómoda. Y por la zona de Hoyo, ese gesto se hace muy a menudo, es un terreno bastante rompepiernas, mucho repecho, mucha irregularidad...no es Monegros, vaya.

Las ruedas...la gran diferencia con respecto a la Alma. La verdad es que aquí me podría extender de sobremanera, puesto que el desarrollo de la Ghost es distinto al de la Alma, pero luego habría que entrar en cálculos de relaciones de vuelta de rueda por pedalada, etc, etc...y no os quiero aburrir con esto. En bajadas lisas y llanas, vamos, sin dificultades técnicas, no he notado más diferencia que el mayor aplomo de las 29", más estables, aunque el agarre de las Rocket Ron que monta por defecto deja bastante que desear. También es que las llevaba un poco duras de presión, recién salidas de la tienda. En llano, se nota la diferencia una barbaridad. Coges velocidad enseguida, y a nada que engranas coronas más pequeñas, la bici te va pidiendo más y más. Y ahí viene una parte mala, las subidas. La bici sigue pidiendo más y ahí el límite son las piernas del biker. Da la impresión que la bici va lenta, y que te faltan fuerzas para mantener una velocidad mayor que con la 26", es una sensación curiosa y frustrante a la vez, jejej.
 

Zonas técnicas. Las subidas, sin mayor dificultad, incluso mejor que con la 26". Probé un circuito cerca de mi casa que me conozco de memoria, y subí uno de los tramos técnicos con bastante más facilidad que con la 26", incluso acortando en algunas secciones lo que antes tenía que rodear con la 26". Lo cual me llevó a darme algunos golpes con el pedal. Quizá el eje de pedalier de la Ghost es más bajo que el de la Alma? ya lo mediré. Y en bajadas técnicas, aún no he probado bajadas muy heavys, pero sí que enganché un senderito recién descubierto con un par de escalones que sortée sin problemas. Sin embargo, ese sendero es algo ratonero y me ví un poco encajonado en un par de curvas, pero nada grave. También es que le estoy cogiendo el tranquillo, seguro que con dos o tres pasadas más, no habrá mayor problema.



En cuanto a componentes, la transmisión completa XT va suave, fiable, los cambios justos y precisos. Me gusta que el pulsador del índice me permita bajar dos coronas de golpe, para aquellas subidas que terminan en una brusca bajada, en las que necesitas desarrollo enseguida para no quedarte corto pedaleando. Los frenos XT quizá más progresivos que los Formula RX. Me llevé un par de sustos por falta de frenada, pero por estar acostumbrado a los Formula. Pero por ahora no me planteo ningún cambio. Y como ya he dicho, el tema neumáticos...pues igual que me pasó con la Alma y sus Hutchinson Python, muy buenas para rodar, pero en cuanto entras en terreno comprometido, te dejan un poco vendido. A ver si con la bajada de presión, el próximo jueves voy un poco mejor en bajadas.

Ah, se me olvidaba....otra de las novedades que trae esta Ghost es el bloqueo en el manillar, con posiciones "trail", "climb" y "downhill". No era yo muy partidario de los bloqueos de horquilla. De hecho en la Alma, se podría contar con los dedos de las dos manos las veces que he usado el bloqueo para subidas. Pero al tener ésta el mando remoto...pues para qué desecharlo, no? La posición no es muy cómoda, me cuesta un poco activarlo, pero me imagino que regulando y reorientando el mando se solucionará el problema. No suelo bloquearlo, juego más entre el modo T y D. Como son dos posiciones muy juntas, no cuesta nada alternar entre ambas y hombre...algo se nota, la verdad. Y dado que con la Ghost me resulta más fácil ponerme de pie para afrontar algún repechillo corto, el modo T me viene de perlas. Y en cuando llega el llano o alguna bajada, se abre el grifo y a bajar.


Y para finales, el tema carbono. Ya solo me falta el titanio por probar (que no me oiga mi señora esposa, porque entonces me echa de casa), pero tengo una GT Karakoram de acero cromoly en unos muy justos 12kg (que pasa ser una talla 20 creo que no está nada mal), la Alma de aluminio y....por fin llegamos al carbono, de High Module como lo llaman. Que absorbe las vibraciones? pues hombre, no sabría afinar tanto. Quizá un pro sí sabría notar la diferencia. Lo cierto es que sí que voy más cómodo y se nota distinta al pasar por los baches. Ya iremos viendo más adelante.


En general, diría que son mayores las ventajas de la 29" que los defectos. De hecho, me quedé a 10segundos de pillar el KOM en uno de los tramos y en el resto de tramos, tuve RP en todos. Y eso que ahora mismo no es que esté entrando demasiado, el proyecto de la uni me está comiendo todas las tardes. En general, muy muy contento con la nueva adquisición. Ya iremos ampliando datos tras más kms de uso.
 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 26 de junio de 2015

Casi casi como Tinker Juárez - Cannondale FSI Team

El domingo tocó otro de los platos fuertes del fin de semana. Iba a probar una de las marcas míticas del MTB y con su propia seña de identidad: esa horquilla de suspensión con los brazos rígidos y los elastómeros en la barra de la dirección. Un clásico aquellas "fatty". Bicis elegantes, sin el engorro de las horquillas bastas de aquella época. Y uno de los exponentes de esa marca, fue Tinker Juárez. Un crack de persona, pude coincidir con él en algunas Grundig que se celebraron por Madrid y El Escorial y me pareció un tio muy humilde, muy atento a sus fans.



Pero a lo que vamos....estaba que no cabía en mí de gozo, por fin iba a tener el placer de probar una Flash y su famosa Lefty. La mayoría de los compañeros de test se fueron a por las Jekyll y las Trigger....lo cual dejaba libre la FSI para otro chaval y yo que decidimos irnos por el lado racing. Va con un montaje tope de gama, obviamente. Además del cuadro de carbono de alto módulo y la mencionada Lefty de 100, va montada íntegramente con el XX1 y unos Avid XX. Monoplato de 32 dientes y cassette de 10-42. Era el segundo monoplato que probaba en el finde, tras el de la BMC, con la diferencia de que éste era de 32 y el de la suzia de 30 dientes. Tal y como dicen los de Cannondale, sus bicis vienen sin pedales ya que ellos consideran que es un objeto muy personal, y que prefieran que sea el cliente quien decida qué pedales usar...vamos, que si te compras una Cannondale, una marca que no es precísamente barata, no viene ni con unos míseros SPD-M520 para salir del paso. Sabiendo eso ya, yo me traje mis "oldschool" SPD-525. Quien no sepa qué pedales son esos, que no se moleste en seguir leyendo este blog, jajajaj

La bici es preciosa, elegante, sencilla....me vienen a la mente un montón de adjetivos para una de las Hardtails que más me gustan. Una de las pegas que le pondría es el tema económico, pero no me refiero a los 8000€ que cuesta el pepino, sino al precio de revisión que tiene la Lefty, que se aleja bastante de los 50/60€ anuales que suelo pagar por mi Fox, aunque también es cierto que si tienes dinero para comprarte semejante pepino.....poco te costará pagar la revisión de la Lefty, así que corrigiendo lo que estaba comentando, no, no le veo ninguna pega. Es una máquina de competición pura y dura, un verdadero capricho para quien se lo pueda permitir. Una rígida 29", por supuesto. Mi próxima elección a la hora de cambiar de montura.



Tras ajustar presiones de neumáticos y presión de la horquilla, ponerme los pedales y ajustar la altura del sillín, me la dieron para que la probase un poco en el parque cerrado y bueno, como tónica general del finde, una talla más hubiese ido de perlas. De hecho, tuve que subir un poco la tija, pero la altura de la potencia quedaba un pelín más baja de lo normal, pero bueno, para un recorrido de poco más de 7kms no era grave. La bici se ve y se siente super ligera y ágil, un auténtico misil. Ibamos con guía y la ruta se preveía más bien endurera por la cantidad de Jekyll's y Triggers que iban. Obviamente, lo primero que llama la atención una vez te subes a ella, es que solo ves una botella, la parte izquierda queda libre y eso da un "no sé qué" cuando te pones a pedalear de pie y "bailas" la bici de un lado a otro. Da una cierta sensación de fragilidad, como si se fuese a partir el buje por la torsión, para nada más lejos de la realidad. Ni un roce, ni un leve chirrido del disco con las pinzas debido a la flexión.



El buje delantero mantiene la rigidez perfectamente. Además de la rigidez, otro gran punto de la Lefty es su sensibilidad. Las calles por donde pedaleábamos para ir desde el centro neurálgico de la feria hasta los primeros metros de tierra era todo empedrado y la Lefty iba absorbiendo cualquier irregularidad por mínima que fuera. Y volvía a recuperar su recorrido enseguida, sin resultar nada brusca. Ya había pasado antes con otras horquillas y ninguna con una sensación igual. Una maravilla. Y el bloqueo, pues perfecto, nada de bailoteo ni sensación rara. Ni un ligero hundimiento al ponerse de pie, bloqueada del todo. Los primeros tramos de callejeo por Cercedilla tienen sus curvitas cerradas, algunos tramos de sendero entre fincas, zonas de piedras...pero nada a lo que una 29 no pueda enfrentarse.

Tras salir de esos senderos revirados en donde la 29" se defiende sin problemas, y que permite sobre pasar cualquier escalón y piedra que haya, llegamos a la primera valla que nos abre paso al pinar por el cual discurre la mayor parte del trazado. Obligado reagrupamiento y muestras de fuerza de los bikers que ahí se reunen, enfrentándose a un fuerte repecho lleno de pinochas y piñas de pinos. Con la fatbike lo había ascendido sin problemas, pero sería capaz de hacerlo con la Flash? Pues a comprobarlo! Fui subiendo coronas hasta que encontré una que permitiese subir tranquilamente, me avancé sobre el sillín y a pedalear sin mayor complicación. Su ligereza y el tamaño de las ruedas daba ese extra de tracción y subí perfectísimamente...menos mal, sino iba a quedar como el culo delante de la galería.

El resto de la ruta discurría por el habitual sendero, era ya la 7ª u 8ª vez que pasaba por ahí, me conocía las piedras de memoria. Cada raíz, cada resalto, cada irregularidad y los pasaba comodísimamente gracias a la ligereza de la Flash, una maravilla mover esta bici sin apenas dificultad. Lástima de la talla, estoy seguro que con una XL me habría sentido perfecto. Subidita técnica por raices y el plato 32 se hace un pelín más duro que el 30 de la BMC. Para mí se me antoja quizá demasiado grande, casi que me quedo con el 30. Es decir, puedo moverlo, sí, pero cuando llevas una ruta de 60/70kms y toca hacer frente a una subida importante...creo que esos dos dientes de diferencia pueden ser claves. Personalmente, me quedaría con un 30. Llegamos al claro en donde el guía nos da una breve explicación a los de las Jekkyl y Trigger y empezamos la bajada. Una bajada que no conocía hasta ahora, algo más endurera que las demás.



Me coloco tras el guía para bajar siguiéndole, no me gustaría ir detrás de alguien y que me chafara la bajada. Por ahora no me cuesta mucho seguirle. Llegamos a una zona de curvas con grandes peraltes, de esas curvas de "flow" como llaman los endureros. Pero aún no siendo una bici de enduro, la FSI se defiende estupendamente. La Lefty absorbe perfectamente cualquier irregularidad, las recepciones tras los saltos van como la seda y no se nota ninguna falta de rigidez en el tren delantero. Llegamos a un punto crítico, el peralte acaba en un pedrolo considerable, tras el cual hay un escalón aún más considerable, pero demasiado tarde para frenar. El guía lleva una Jekkyl y lo salta sin problemas....yo le sigo y cero problemas. Buena caída, amortiguar con los brazos y piernas y a seguir bajando. Qué lujazo de bici!!!! baja igual de bien que sube. Dejamos atrás la zona de peraltes para seguir por un sendero bastante estrechito. Es en momentos así que viene bien seguir a alguien que se conoce el camino, no has de "perder" el tiempo eligiendo la trazada buena, sigues al guía (que para eso es el guía) que nos lleva a buen puerto y llegamos a la otra valla de salida del pinar. Emocionado estoy, esta bici es una auténtica maravilla, se nota muy ligera en todos los movimientos que haces.

Empredemos el último tramo divertido de la ruta, ese sendero que va paralelo a la carreterita de las vías del funicular de Cotos. Vamos bajando hacia Cercedilla. Las curvas se enlazan una tras otra y la rueda tiene muy buen agarre. Un par de curvas cerradas con contraparalte no suponen ningún problema. El ruido de los trinquetes de las Enve de carbono suena con ese "cla cla cla" que tanto me gusta de las llantas "premium". No hace falta pedalear. Llegamos al tramo de las raíces y el escalón y ningún problema para estas 29"...no sé qué tal lo pasaría con la Alma. Llegamos a una zona de saltos en donde la gente se divierte pegando buenos vuelos y al rato empredemos el regreso a la zona central de la feria.



No sin antes pegarle un buen arreón. Llegamos a una zona de falso llano en donde le pido permiso al guía para apretarle un poco a la FSI. Luz verde...empiezo a bajar piñones, me pongo de pie sobre los pedales y es impresionante lo rápido que coges velocidad. Parece llevar un motorcillo. Es una auténtica pasada, una bici que te pide más y más. Ya entramos en al zona rápida de pista antes de llegar a las calles del pueblo, me dejo un poco llevar, me adelantan varios. La verdad es que estas bajadas son las que menos me gustan, pistas anchas, con suelo resbaladizo en donde se alcanzan grandes velocidades y en las que la hostia puede ser fina. Llegada a los escalones finales para desembocar en la feria. La Lefty no defrauda, voy bajando los escalones de tres en tres, y la sensibilidad y "esponjosidad" de la horquilla es una auténtica pasada. Así da gusto!!!


Y aún quedaba una última sorpresa. Fue la única marca de todas las que probé en el fin de semana que tuvo este detallazo. La gente de Cannondale nos tenía preparada una zona de "chill out" con unas banquetitas, mesas y coca colas y cervezas para todos, acompañados de unas patatitas fritas. Qué más se puede pedir!!! sí, tener unos 8000€ en la cuenta para darse el capricho de decirles "pues si la tiene en XL, me la llevo puesta", jejeje.
 



miércoles, 3 de junio de 2015

Canyoneeerroooo!!!!! Canyonerooooo!!!!

No puedo evitar recordar el anuncio de aquel fabuloso 4x4 que conducía Krusty en los Simpsons, jejeje. Ahora que pienso, elegí un poco mal el orden de prueba de las bicis y las segundas siempre salieron perdiendo. La Oiz frente a la BMC y la Canyon frente a la "FatStevens", aunque bueno, en el caso de la austriaca, no es comparable ya que son dos conceptos distintos y si me hubiesen pedido que eligiera entre la Stevens o la Canyon, creo que habría elegido la Canyon. De todas las que probé este laaargo finde, la Canyon era la única bici terrenal (aún estando por encima de los 2.000€) si la compramos a los otros pepinos que probé, cuyos precios no bajaban de los 5.000€. Y era la única bici que se aproximaba al tipo de bici que podría llegar a comprar tras un bien tiempo de ahorro.




Como siempre en estos días de tests, las marcas traen bicis de las tallas más demandadas, es decir, M y L...los que nos salimos de la media nos tenemos que conformar con lo que hay y cruzar los dedos por que la talla más grande que traigan, sea compatible conmigo. Tuve suerte con la BMC, que la talla me iba al pelo, y con la fatbike, pero no así con la Oiz ni con esta Grand Canyon CF SL 8.9. Creo que no es la más alta de gama de carbono, de ahí el precio "más o menos asequible". El montaje estaba muy chulo, Rock Shox SID (ahora con los nuevos nombres de las Rock Shox siempre me lio, pero de mis tiempos mozos sé que la SID es la tope-guay de la cama rally), con bloqueo remoto, que usé bien poco. Transmisión full XT de 2x10 y unos Formula R1 que frenaron muy bien. Las gomas, unas Continental X-King, exactamente las mismas que montaba la BMC, curiosamente me dieron un mejor feeling en curvas. No sé, quizá estaban un poco menos hinchadas que las de la BMC o que con la BMC me relajé. Pero me dio sensación de dar más agarre, pero vamos..sigo fiel a mis Maxxis Ardent Race delante, muy contento con ellas.

Lo primero que tuve que hacer fue regular un poco el sillín, un Fizik Tundra...un pelín estrecho para mí, en comparación con el Avatar Gel de 143mm que tengo en mi Alma. A ver, bonito y estilo es, eso sin duda. O al menos a mí me gustó, pero no me resultó muy cómodo. De hecho, tuve que retrasarlo un poco para ir mejor sentado dada la talla de la bici.




Las primeras rampas de salida del pueblo me resultaron cómodas, la bici sube bien, se maneja bien cuando te pones de pie sobre los pedales. La horquilla absorbe bien las irreguladirades y raices en los tramos de subida y la 29" ofrece esa "facilidad" de trepar por sitios complicados. Y eso que las primeras subidas son algo reviradas, pero la 29" permite salir correctamente del paso. Sigo pensando que noto más las bondades de la 29" que sus defectos de torpeza, lentitud de reacciones, etc y todo lo que se critica de ellas. También es que mi nivel no es el de un pro que sí puede notar esos detalles. Pero para un usuario medio como yo, bienvenida sea.

En los tramos de llaneo es donde más noto esa falta de talla, no llego a ir del todo cómodo, quizá por eso me levanto a la mínima o frente a un tramo delicado. Llegamos a la subida principal, esa que empieza con un giro muy cerrado y a continuación una zona de raices. Se muestra muy noble, sin encabritarse ni nada. Seguro que la fatbike hubiese subido muy bien por aquí, pero la Canyon va bastante bien y no me hace extraños. Obviamente, se ve más limpia, acostumbrado a ver un ruedón ahí delante, un eje de pedalier sobredimensionado, ahora va todo más fino, jeje.



Intenté jugar con los cambios, al ser un 2x10, mi idea era poder utilizar todo el abanico de cambios posibles, combinar todas las coronas con los dos platos y el 24/38 no me acababa de convencer. Usar el 38 con coronas medias-bajas me hacía ir muy atrancado, y usarlo con las coronas grandes, dejaba la pata de cambio muy estirada, tal y como sale en la foto. Y no sé, me dio la sensación como de que no era lo ideal llevar esa combinación de plato-corona. Y después de haber probado la BMC con monoplato, preferí la facilidad de uso de la suiza frente a la austriaca. Al final creo que estuve la mayor parte de la ruta con la plato pequeño y jugando con el resto de coronas, exceptuando las pequeñas. También he de decir que el terreno era más bien tirando a técnico, no había tramos de pista en donde seguramente hubiese engranado el plato grande. En mi Alma llevo un 43-32-24 y pongo el plato grande cuando ya voy algo lanzado. No sé, este 38 era algo a medio término con lo que suelo llevar y estaba como en tierra de nadie.


Será que los suizos son más discretos que los franceses, y por eso los bujes de las DT Swiss que monta esta Canyon sonaba un poco menos que las Mavic de la Oiz. Con lo que me mola ese "cla cla cla" que suena cuando va a piñón libre, jejee. Para bajar...pues la verdad es que nada que no haya dicho antes de una 29". Noble, buenas trazadas, ese tamaño de rueda de permite salvar escalones  en los cuales el paso sería algo más delicado (que no imposible) con una 26". En la zona del senderito de bajada estrecho, con escalones, como iba solo sin guía, pude dejar bajar la bici sola y pude pasar por los tramos en los que tuve que poner el pie en anteriores tests. Y ahí es donde oí ciertos ruidos en el cuadro.

Era una especie como de crujido interno en el cuadro, como si se retorciera de alguna forma o flexara. Me asustó un poco, pensé que se habría partido o pudiera estar fisurado. Y a ver, no soy un Misser de la vida, pero tampoco bajo partiendo piedras. Vamos, la Alma está en buen estado y le he metido bastante caña. Pero fue bajar un par de escalones y un tramito de rocas y me sonaron esos crujidos. Me rayó un poco pero continué con la bajada, con un poco más de cuidado, iba con algo de miedo. Llegué a la zona del senderito con las curvas enlazadas y muy bien. Conservaba muy bien la trazada, de una curva a otra, inclinas un poco la bici y toma bien la curva, no se sale de la trazada. Ultimo tramo de bajada, ese senderito que va bordeando la carreterita que va al lado de las vías del funicular. Muy divertido, sinuoso, con algunas trampas, pero ya me lo conozco de memoria, jeje. Llegamos al tramo del cortado con las raices. La 29" pasa sin ningún problema, aunque a diferencia de la fat, hay que ir con ojo de que no se quede la rueda trabada entre alguna de las raíces.




Finalmente llego al recinto ferial tras bajar ese tramito de escalones que había recorrido en sentido inverso previamente con la fat. Pero pretender hacer lo mismo con una 29", por mucho diámetro de rueda y poco ángulo de ataque de los obstáculo se me antoja excesivo para mí. Al entregar la bici en el puesto de Canyon, charlo un rato con uno de los responsables. Un tio alto como yo, que me comenta que la talla ideal para mí habría sido la XL. Le comento también esos ruidos/crujidos que he oído en el cuadro al bajar y me explica algo relativo a que el carbono absorbe y distribuye las vibraciones por todo el cuadro, y que por eso ha sonado. Pero que es normal. No sé...en la BMC no me sonó nada, y en la Cannondale que probé al día siguiente tampoco. Así que a saber.... Pero vamos, quedé contento con la prueba, con la talla adecuada creo que sería una bici muy interesante, aunque si tuviese que cambiarle algo sería la transmisión. Y aprovechando que Shimano a sacado su cassette de 11 coronas, más barato que el del SRAM, sería una buena opción a tener en cuenta y no se encarecería tanto el conjunto.
 

lunes, 1 de junio de 2015

Gordas, gordas, muy muy gordas... #fatbikes

Ya lo decía la canción de La Orquesta Mondragón, y es que ellos las prefieren gordas. Creo que es la única prueba en la que he ido con una sonrisa de oreja a oreja desde el inicio hasta el final. Una pasada, fue como un juguete grande, una sensación indescriptible...que voy a tratar de transmitiros en esta entrada. Ya sabréis que tras las medidas 29" vs 27,5", la última moda en el ciclismo han sido las fatbikes. Que ciertas marcas han intentado eclipsar con una medida de rueda denominada '27+'. Aquí en España, desde mi punto de vista, quien ha estado metiendo las fatbike con calzador ha sido Josef Ajram, que incluso ha montado una marca para comercializar este tipo de bicis. Junto con Santi Millán y un clásico del MTB como Tomás Misser, montaron un equipo para participar en la Snow Epic, una carrera de varios días en la nieve suiza dedicada exclusivamente a las bicis de ruedas gordas.



Había leído y oído de todo acerca de ellas. Que si lastran mucho, que menudo muerto, que eso pesa un quintal, que solo vale para ir por dunas o por nieve...de todo. Luego me las había encontrado por algunos senderos de la sierra y en la Monegros, que durante un buen rato fui en un grupo liderado por una fatbike y a muy buen ritmo. Un colega del foro tiene una fatbike y parece estar muy contento con ella, así que cuando ví la oportunidad de poder probar una, no lo dudé y me apunté. Una Stevens, modelo Mobster Angled, un bicho de 14kg con cuadro de aluminio y horquilla rígida, con unas Schwalbe Jumbo Jim de 4" de anchura. En la transmisión, un XT 2x10 con bielas race face 36-22. En esta prueba, no recuerdo haber metido el plato grande, fui casi todo el rato con el pequeño. También es que el recorrido del test no tiene demasiada pista, ni es propenso a alcanzar grandes velocidades.

Lo primero: todo el mundo se gira para verte, no falla. Por mucho que sean aficionados al ciclismo que conocen las fatbike, nadie (entre los que me incluyo) puede no girarse al ver pasar una fatbike. Y encima, para mi talla de biker, creo que es la bici ideal, jejeje. Biker grande, bici grande...ande o no ande. Pero en este caso, sí que anda y cómo!!! Las primeras sensaciones al probar la bici en el recinto ferial, a velocidad lenta, giros cerrados, es que las ruedas tan anchas tan mucha estabilidad. Parece que la bici no va a girar, pero sí, la rueda realiza el giro correctamente y no resbala ni pierde adherencia. Las sensaciones fueron muy buenas. Una extraña sensación de finura dentro de lo basta que parece la bici a simple vista.



Salida del pueblo por el empedrado y no se notaba nada. Salvo algún badén o irregularidades de desnivel, el empedrado no se sentía bajo las ruedas. Incluso yendo con horquilla rígida. Me puse un rato de pie sobre los pedales, y trepaba sin problemas, no se notaba demasiado pesada ni que lastrara en exceso. A ver, la bici tiene sus 14kg...ligera no es, no estoy llevando una rígida carbónica con monoplato, pero sorprendía muchísimo la ligereza con la que avanzaba. Y hay otras dobles que pesa fácilmente esos 14kgs.

Llegamos a un primer tramo en donde iba a probar una de las mejores virtudes de la bici: la tracción. El sendero va bordeando la tapia de una casa y tras un giro ciego, te encuentras con un corto repecho con algo de desnivel, lleno de piedras sueltas, y otras clavadas en el suelo. Las veces que pasé con la 29" lo hice no sin ciertas complicaciones, hay que pillar bien la trazada en ese tramo, pero ni punto de comparación a hacerlo con una fatbike. Da igual la trayectoria que elijas, que sube sin problemas. La grandísima ventaja que tiene la fatbike es que no das ninguna pedalada en falso. En ningún momento se pierde la tracción y creo que eso es un plus para el cansancio del ciclista. Me refiero a que con una bici normal, cuando se sube por un terreno roto, además del obvio esfuerzo de pedalear, hay que jugar con los pesos, tirar de manillar, ajustar la fuerza del golpe de pedal para evitar perder agarre, colocarse sobre el sillín. Sin embargo con la fatbike, lo único que has de hacer es ajustar el desarrollo a la inclinación que tienes que salvar, y pedalear. El firme es irrevelante.



Un poco más adelante en el trazado, el sendero se inclina hacia arriba, una trialera por donde se ha de elegir bien la trazada para no tener que poner pie a tierra. Además que tiene bastante desnivel, en varios sitios hay que tirar del manillar para salvar el desnivel que hay. Vamos, que no es una ascención cómoda. Iba siguiendo al guía, y de repente aminoró la marcha y acabó poniendo pie a tierra por culpa de un rezagado del grupo de test que nos precedía. Con una bici normal, me habría tocado poner pie a tierra, fijo. Pero con la fat, fue cuestión de girar el manillar y buscar una zona libre para subir y zas! daba igual que hubiese raices, o piedras!! Eso era como un tractor, vas subiendo, al tran tran, pedaleando con cadencia, y eso sube todo. Es una maravilla. Además de aprovechar toda la fuerza de la pedalada, te sientes seguro, sabes que la rueda trasera no te va a hacer ningún extraño, ni se va a desplazar lateralmente ni nada. Es una auténtica pasada.

Otro detalle que me gustó fue la adherencia que da el neumático delantero. Poneos en la típica situación en la que vais subiendo, con vuestra bici con neumáticos normales y llegáis a un giro. Para evitar que, en pleno giro, la rueda delantera derrape en el sentido de la marcha y se vaya, habrá que avanzar el tronco para cargar peso sobre la rueda delantera y ganar adherencia. Con la fat eso no es necesario, la bici responde sin problemas al grado de giro del manillar y hará el giro que el ciclista quiera. Realmente es muy sencillo llevarla, y creo que donde más gana, es en velocidades bajas.



Después de probarla en varios tramos de subida con varios grados de dificultad, tanto técnica como física, llegaba una zona de llaneo. Sinceramente, no lastra tanto como pensaba. Creo que el doble plato le sobra, con un monoplato me parece que iría sobrada. Es una pena que el circuito de la prueba no tuviera un tramo de pista ancha para ver qué tal se comporta, pero sí, no es una bici para realizar grandes distancias, la veo más como una bici para hacerse una rutita de 30/40kms, sin preocuparse del terreno por el que va a discurrir el paseo. En la bajada penalizaba un poco el no llevar horquilla de suspensión. Como primera toma de contacto, me llevé un par de sustos en las primeras curvas con algo de peralte, pero una vez acostumbrado a llevar una rígida, ningún problema. Otro punto negativo era el ruido que hacían los frenos, no sé si por el hecho de ir con horquilla rígida o por que fuesen nuevos.

Al circuito que hice con la fatbike fue el corto, evitando uno de los tramos "delicados" de bajada. Directamente cogimos un sendero que va enlazando curvas entre pinos y la fatbike te permite ir a una velocidad bastante alta sin que la rueda pierda agarre en cada giro. Obviamente no iba a la velocidad del rayo, pero la seguridad que daba en los giros era alta. Tras esto, otro senderito con un par de cortados y unos saltos en los que no me costó mucho hacer saltar a la bici. Realmente, una vez está en movimiento, es más ligera de lo que pueda parecer. Uno de los cortados tiene unas raices, que con una bici convencional puede ser fácil encajar la rueda entre un par de raíces, sin embargo con la fatbike, uno está por encima de todo eso. Pasas por encima de las raíces sin ninguna preocupación.


Llegando al recinto ferial, bajamos por uno de los tramos que más juego me dio con la fatbike. Bajada con una ligera inclinación, con grupos de 2 o 3 escalones cada 10mts. Para bajar, pues bien, con tacto y cuidado...que la horquilla es rígida, no hay que olvidar eso. Aunque la rueda delantera amortigüe bastante las irregularidades, cuando son desniveles, hay que ir con ojo. Pero llegué abajo sin problemas. Pero ahora llegaba lo bueno, me surgió la idea de bombero de subir por el mismo tramo. Con una bici normal ni me lo habría planteado, pero con la fatbike...dicho y hecho. Un ligero tirón de manillar para que la rueda delantera salve los escalones, y la trasera sigue sin problemas. Pedaleando redondo, sin hacer demasiado esfuerzo, la bici va salvando los grupos de 2 ó 3 escalones que me voy encontrando, hasta llegar hasta arriba. Prueba superada.

En resumidas cuentas. Para el ciclismo que practico, una fatbike no sustituiría una XC rígida de 29", pero como bici de recreo/entretenimiento, iría perfecta. Una bici ideal para rutas de 30/40kms, para ir al tran tran, sin piques ni hostilidades. Una bici para ir tranquilamente. Su principal fuerte son las subidas, sin importar la dificultad técnica. En llaneo, normal, sin problemas. Penalizará un poco frente a una bici normal, pero tampoco es una bici para competir. Y en bajadas, pues equipando la fatbike con una horquilla de suspensión, bajarás por los mismos sitios por los que bajarías con una 29" con menos problemas. No es una doble tampoco y no bajarás a la misma velocidad que una doble, pero la confianza que da bajando merece la pena. En fin, una prueba que me gustó muchísimo, una pena que no hubiese durado más.
 

sábado, 30 de mayo de 2015

Con la Oiz por senderos de Cercedilla

"Segundas partes nunca fueron buenas", "las comparaciones son odiosas"...creo que son unos dichos que se podrían aplicar a las sensaciones que tuve al probar la Oiz. Llegué justito, porque la ruta de BMC se nos alargó un poco de tiempo. Además no les quedaban pedales para los modelos que tenían en el stand (de las cinco marcas que probé, fueron los únicos en tener ese problema) y me tuve que pegar una carrera hasta el coche a por los 525 que me había traído por si acaso. Y encima, me pidieron la tarjeta de crédito como resguardo, cuando en el resto de marca pedían simplemente el DNI y en el reglamento del Test The Best no especificaban nada respecto al tema, solo llevar el DNI y el mail de confirmación de reserva ¿Quién me dice que no le han hecho una copia a la tarjeta? han tenido tiempo de sobra... Tampoco había guía. La verdad es que fui gilipollas...tendría que haberles dicho que no dejaba la tarjeta, que si me querían dejar la bici bien, y sino adios muy buenas. En fin, al final acepté.

El modelo en concreto era una Oiz 29 M Team, montada con 2x10 full XTR y unas llantas Syncros. Un montaje muy bueno. Era la única doble que probaba en el finde, este año quería centrarme en las rígidas, que es lo que me gusta y lo que me interesa. El tema es que no había plazas para otras marcas que me interesaran y acabé cogiendo la Oiz por probar una doble orientada hacia el rally/XC.



Los primeros metros cruzando el pueblo me notaba raro, como encogido. Como siempre, el eterno problema de las tallas. Esta Oiz era una L, cuando la talla que llevo en la Alma es una XL. Así que vale, la tija se puede sacar un poco más, pero al final la distancia entre sillín y manillar no se puede cambiar en exceso y ahí es donde me notaba raro. Notaba como que no podía explotar toda mi fuerza al pedalear. La posición tampoco me estaba convenciendo mucho. No sé, la combinación manillar, potencia, puños, la vista de la rueda delantera desde el sillín, lo veía como más "engorroso" en comparación con la limpieza y finura de la BMC que había probado anteriormente.

Quise probar las diferencias entre el modo trail, abierto y cerrado. Puse el trail para las primeras rampas que salen del pueblo de Cercedilla por el empedrado, cruzando las vías del funicular por un tunelcillo que hay y la suspensión en general funcionaba muy bien, notaba un ligero vaivén en el tren trasero, pero iba bastante cómodo, dentro de las pegas que he comentado antes. La amortiguación absorbía muy bien las irregularidades del terreno con muy buena sensibilidad. El recubrimiento kashima también hacía de las suyas.

El circuito deja de subir con tanta inclinación, y empieza un falso llano con raices, algunas piedras en el camino, así que continuo con el modo trail. Joder, sigo sin notarme cómodo, por muy bien que absorba las irregularidades. Siento como que la bici falsea el terreno. Igual soy raro, pero me gusta el tacto que tiene la rígida en el tren trasero, con una doble, siento esa sensación rara de pedalear en falso, que en algún momento va a perder tracción. La bici va subiendo por los tramos de raices sin problemas, pero en algunos momentos me da la impresión de que la rueda trasera me hace algún extraño. Al ponerme de pie para subir algunos tramos, la bici responde bien.



Llegamos a uno de los tramos que pican más arriba, con mayor inclinación. Giro cerrado y nos enfrentamos a una pared de raices y piedras. Sigo en modo trail, y la bici trepa sin problemas. Las 29" no se atascan, por mucho que digan por allí. En mi 26" debería adelantarme sobre el sillín, pero con ésta no lo necesito. Será porque es una 29"? La inclinación va desapareciendo y me adentro en un sendero que pica un poco hacia arriba, pero muy rápido y sinuoso. Voy bajando piñones, la suspensión hace lo suyo amortiguando las piedras que me encuentro. Y finalmente llego a un claro. Foto de rigor y continuamos. A partir de ahora, todo bajada. Toca abrir el mando de la amortiguación y dejarlo en abierto.

Algo que me ha llamado mucho la atención en los tramos de subida y llano en los que me he puesto de pie para pedalear es que en ciertas pedaladas, he golpeado la parte interior del talón de las zapatillas con la parte externa del basculante. Pero cómo puede ser eso??!! A ver, yo pedaleo (o considero) que tengo un pedaleo relativamente normal. Ni las rodillas muy para dentro, ni hacia fuera...vamos, que no debería de chocarme con el basculante. No sé, es algo que no me gustó en absoluto. No me ocurrió nada similar cuando probé la Spark. Vamos, no me plantearía nunca pillarme esta doble.



En fin, empezamos el descenso, una zona ancha, con una pequeña trazada, con algunas ondulaciones, que hacen que la amortiguación se comprima...comodidad 100% bajando. La horquilla va de lujo y el amortiguador también. Y lo que más me gustó, el característico sonido de los trinquetes de las Mavic SL que monta la Oiz. Lo mejor para avisar a quien tengas delante de que bajas más rápido que él. Me pasó con un par de ciclistas que también estaban de prueba. "Quieres pasar?" "nada! nada! no hay prisa", aunque llegando a unos tramos más técnicos del descenso, la Oiz trabaja muy bien y absorbe cualquier irregularidad. Un par de escalones no son problema para ella, aún siendo una doble enfocada al rally y no al descenso...huy, perdón! que ahora se llama Enduro, jejej.

Después del primer sendero de bajada con secciones técnicas, llegamos a un sendero con unos cuantos toboganes. Es un sendero que he pasado antes con rígida y en algunos tramos he tenido que ponerme de pie, pero con la Oiz voy sentado sin problemas. Las primeras ondulaciones bien, la suspensión hace su trabajo, pero la velocidad aumenta y el vaivén aumenta. Noto como se va comprimiendo más y más el amortiguador...joder, o estoy muy gordo o voy a acabar haciendo tope, así que me pongo en pie para tranquilizar la suspensión. El sendero pica un poco para arriba, así que pongo el modo trail y me pongo de pie...otra vez el dichoso basculante!! En fin, llego a una valla, para pillar el último tramo divertido del recorrido.


Me meto por un sendero revirado, con algunas curvas enlazadas, estrechito, muy muy divertido, pero con una buena sorpresa a mitad de bajada. De repente, tras un par de curvas, un cortado, unos escalones a la derecha y por la izquierda, unas raices. Hay que dejar la bici que baje sola, agarrar bien el manillar para que las raíces no desvien la rueda delantera y agacharse...al menos yo. No es un paso apto para bikers altos. Pero con una 29" y encima doble, no es ningún problema. Recuerdo la primera vez que pasé por ahí, sin conocer el cortado, con la Spark...Quiero pensar que con la Alma habría podido sortear el cortado sin irme al suelo.

La adrenalina te sube al momento, una serie de curvas enlazadas más y llegamos a una esplanada. A partir de ahí, bajada hasta el pueblo, y bajada por una sección de escalones. Grupos de dos o tres escalones separados por unos 5 metros de tramo liso, otros dos escalones y tramo liso...así hasta llegar a la calle principal de Cercedilla. Se nota mucho la diferencia a bajar por ahí con una rígida o una doble. Con una rígida controlas el aterizaje con el freno delantero, levantando un poco el tren trasero para que no rebote con los escalones. Mejor levantar tú el tren trasero de la bici que no se levante él solo por sorpresa y te haga salir por orejas. Sin embargo con una doble, mando de la suspensión abierto, tirar un poco de manillar para levantar el tren delantero, y para abajo. Así de sencillo.



Como aún me quedaba un poco de tiempo, intento una última prueba. Subir por la calle que va paralela a las vías del funicular. Bloqueo total de la amortigacíón y de pie dando pedales. Salvo los consabidos golpes en el basculante, la bici sube de lujo. Se nota el bloqueo, pero no es un bloqueo al 100%. No sé si será bueno o no, pero me gusta esa sensación. Firmeza, pero sin parecer que vas con una rígida o una flaca.

En fin, luego vuelta al stand con una sensación agridulce. Mala bici no es, por supuesto. Estéticamente me parece preciosa, con ese carbono negro mate, es alucinante. Es un pepino que viene montado con el full XTR, que por cierto, no noté nada bueno ni malo...vamos, ni fu ni fá. Suspensiones con kashima, cuadro de carbono, ruedas syncros Mavic SL (corrección cortesía de Al3jandro que ha tenido a bien avisarme de la columpiada...tenía la Spark en la mente, jejej) con ese sonido de trinquetes que me chifla, montadas con Maxxis Ikon que me dieron muchísima seguridad en las bajadas, tras ese puntito flaco que, para mí, tenía la BMC con sus gomas. Pero no sé, no tuvo ese encanto especial que tiene una bici que hace que te enamores de ella. Aprobado, por supuestísimo, notable, sí...pero ya.

viernes, 29 de mayo de 2015

Siguiendo los pasos de Absalon

Vais a pensar que soy un fanboy de Julien Absalon y salvo que los dos somos franceses y los dos hemos llevado Orbea Alma, poca cosa más, jeje. Y hoy tocaba probar una BMC TE1 XX1 en el evento del Test The Best. Creo que de todas las que he elegido en este fin de semana, ésta ha sido la que más se ajustaba a mi talla. Nos explicaron que la L era la más grande. Y a fecha de hoy, y a falta de probar la Cannondale del domingo, es con la que más cómodo he ido.

Al principio no me entraba mucho por los ojos. Soy de la vieja escuela, me gustan las bicis con diseños básico, tirantes que parten de la unión del tubo horizontal con el tubo del sillín. Pero este modelo de BMC al final me ha ido gustando cada vez más y oye....no me importaría hacerme con este modelo de cuadro. El cuadro es de carbono, el de más alta calidad/clase que fabrica BMC. Hay tres: TE3, TE2 y el superior, el que probé, el TE1.

Montada con Fox con recubrimiento Kashima, he de confesar que no sentí mucho la diferencia con respecto a mi Fox de 2011 que no lleva dicho recubrimiento. No está hecha la miel para la boca del asno? quizá. Quizá no la tenía bien afinada de precarga, no sé. A ver, no fui incómodo y en las bajadas fui muy fino, muy cómodo. Quizá se note en eso, en que "no se nota" la diferencia con una horquilla normal y lo que sí se nota es que va de lujo bajando. Lleva un mando de bloqueo con tres posiciones, abierto, trail y cerrado. El cerrado apenas lo usé. Ni en mi horquilla suelo bloquear la horquilla, salvo en raras ocasiones en algún tramo de carretera, pero no suelo. Con lo más que jugué, fue entre el modo trail y abierto completo. El trail, como podréis imaginar, se emplea en zonas de llaneo y subidas rotas, con raices y piedras. Y el abierto, pues para bajadas, obviamente. Personalmente, anularía el modo cerrado, con el trail y el abierto iría sobrado de configuración para la horquilla. Hombre, ya que está y es de fácil acceso, vamos a utilizarlo, no? Pero si no tuviese el control remoto de la horquilla, tampoco me importaría en exceso.

Otro de los puntos nuevos para mi experiencia, era probar un monoplato. Probé la versión que va montada con el XX1, con un plato de 30 dientes y un cassete 10-42 y creo que utilicé todas las coronas, quizá no la última, pero sí la mayoría y no noté que me faltara desarrollo ni me quedé corto. Y eso que bajamos por un tramo de asfalto. Será que yo un acojonado bajando, jejeje. Y tramos de subida, tuvimos unos cuantos, de distinto calibre: tramos hormigonados con bastante denivel, sendero técnico de nivel medio, tramos con piedras y rocas, otro repecho con bastante inclinación y raices y escalones y perfecto en todo momento. Los pulsadores tienen una especie de muescas que hacen que no pierdas aderencia al pulsarlos. Me imagino que viene bien en días lluviosos y cuando vas sudoroso. Yo la verdad, lo vi bien. La única pega, me imagino que será propio de una bici de test, es que no estaba muy fino el cambio a la hora de bajar coronas. Pero subir, subía sin problemas, en esos tramos de subida que comento, con piedras y raíces en los que si no entras con un desarrollo apto, te ves en la situación comprometida de tener que cambiar en mitad del esfuerzo pedaleando, engranaba las coronas superiores a la perfección.


Y con el plato, pues ningún problema, quizá me podría quedar corto de desarrollo en bajadas a altas velocidades (que no son muy fuerte precisamente), pero mientras no me quede sin desarrollo cuando estoy subiendo o cuando estoy en las últimas de fuerzas, me doy por satisfecho. En un circuito de 8kms que haces una vez, no da tiempo a cansarse, así que no noté que me faltara desarrollo. Habría que verlo en una ruta de 80kms, con un desnivel acumulado considerable, a ver si en las últimas rampas voy igual de fresco y sigo pensando lo mismo. Pero así de primeras, me parece una opción muy acertada...y eso que siempre he pensado que para llevar un monoplato hay que estar muy fuerte. Supongo que la cosa cambias si le metes un plato de 32 o 34 dientes. Pero para mi nivel, me ví comodísimo.

La postura, algo de lo que pecan la mayoría de las bicis de test dado que no suelen traer tallas grandes, en esta BMC me fue de fábula. Conseguí reservar una talla L, según su web, la talla más grande. No sé cómo de sacada estaba la tija, pero la distancia sillín-pedal, perfecta. Sentía que aprovechaba toda la palanca de mis piernas a la hora de pedalear. Y luego la distancia con respecto al manillar, como anillo al dedo. En la mayoría de bicis de test, aún pillando la L, me siento como comprimido, como si fuese con una bici una talla más pequeña. Pero en esta ocasión, llegaba al manillar sin problemas y ni me quedaba pequeña ni grande. Una potencia corta, una pipa de dirección también corta hacía que fuese muy manejable y no da esa sensación, en bajadas comprometidas, que vayas a pasar por encima del manillar. Muy noble bajando y en los tramos de bajada, había un par de escalones cabroncetes.

Como punto negativo, pero que eso se cambia sin ningún problema, son las cubiertas que lleva montadas. Para mi gusto, un balón un poco estrecho en comparación con las Ardent Race que llevo. Unas Continental Race King que quizá para un rodar sencillo, por pistas, sin complicaciones, puede venir bien. Pero si vas a bajar un poco fuerte, entonces toca cambiar de cubierta. El sillín...pues hombre, cada culo es un mundo y yo estoy encantado con mi Specialized Avatar Gel. Sin embargo, de tracción, ningún problema.

En fin, para ser la primera bici que probaba en el fin de semana del "Test the best", dejó el listo muy alto para las demás, y la que peor lo ha pagado de entre todas las que he probado, fue la Oiz a la que subí acto seguiro de dejar la BMC. Como anécdota, el mecánico de BMC era francés, así que estuvimos un buen rato de cháchara. Un tio muy majete.