domingo, 19 de febrero de 2017

Fantasmeando por Torrelaguna - Rotor Big Race

El nombre de esta carrera no ha hecho honor a la edición de este año. Ya llevaban varios años organizándola, con fama de ser una carrera dura, técnica, larga, con bastante desnivel acumulado. Este año iban a ser 76kms y unos 2800mts de acumulado. Repito "iban a ser", porque al final debido a problemas con Medio Ambiente, tuvieron que meterle tijeretazo al trazado para pasar a ser una simple prueba de 50kms y 1200 mts de desnivel y bastante pistera.

Partiendo de la forma que logré en Andorra, y los entrenos con la flaca, este año iba con un poco más de forma. Y por eso me lancé a apuntarme a la Rotor. Pero el ritmo de vida aquí en Madrid no es el mismo, al menos no para llevar el mismo ritmo de salidas. Aunque el rodillo es un buen sustituto y en breve las horas de luz darán un poco más de margen para echar al menos una horita por la tarde. El caso es que según se acercaba la fecha, iba cada vez más intranquilo y menos seguro de poder terminarla dignamente, así que el hecho de que recortaran la carrera no me vino tan mal.

En la edición de este año iba a coincidir con dos colegas, Alvaro y Edu. El plan para "aclimatarnos" a la altura, era pillar un hotel en Bustarviejo y así no tener que pegarnos el madrugón el domingo. Este año la novedad era que estoy federado, sí señor!! con la licencia gallega eso sí. Eso me supuso unos 10€ de ahorro, poco a poco la iré amortizando. El sábado llegamos a por los dorsales, pero el mio no pude recogerlo porque cuando me apunté, lo hice como "no federado", así que tenía que esperar al día siguiente a hablar con los jueces de la Federación Madrileña de Ciclismo y que me devolvieran la pasta del seguro del día. Así que nada, eso suponía que el domingo tendría que plantarme media hora o más antes en la zona de salida para tramitar todo esto, mientras que Edu y Alvaro podrían disfrutar de esa media horita extra de sueño y la tranquilidad de no tener que hacer colas ni nada. Como siempre, yo y mis líos. El sábado cenamos en una pizzería por Bustarviejo y la cama...juntos pero no revueltos.

Domingo de buena mañana, empiezo a despertarme sobre las 5h30, 6h...me cuesta conciliar el sueño. No sé qué pasa, pero cada vez voy más nervioso a las carreras. Nervioso por acabar bien, por que no me dé el pajarón (que últimamente llevo varias salidas de fin de semana volviendo a casa con pájara con retraso). La reserva del hotel fue solo pernocta, sin desayuno, así que enciendo la luz de mi mesita, para evitar despertar en exceso a Alvaro, me siento en el borde de mi cama y desayuno intentando no hacer mucho ruido. Visita al baño, y empiezo a cargar el coche. Por suerte el trayecto hasta Torrelaguna no tiene tráfico y llego bien a Torrelaguna. Aparco no muy lejos del polideportivo y solo tengo que esperar a dos personas en la cola de incidencias. Vuelvo al coche ya con el dorsal, preparo todo mientras llegan y aparcan Alvaro y Edu. Dudas sobre qué ropa llevar. Veo gente que va de largo completo, otros valientes de corto. El día ha amanecido soleado, pero hay bastante viento y frio. Me he dejado los manguitos en casa (nota para próximas carreras: no abultan nada y no cuesta nada llevarlos por si acaso), así que opto por la combinación de corsarios, camiseta térmica de manga larga y la Gabba2. Y entre qué me pongo, o qué no me pongo...se va acercando la hora de la salida y tenemos que salir echando chispas hacia la plaza del pueblo de donde se sale.

No somos muchos, unos 400 y pico participantes, así que cabemos más o menos todos en la plaza. Ahí estamos los tres, casi al final del pelotón. Cruzamos la plaza y veo a Cédric Gracia, le saludo en francés y el tio se queda un poco pensando "y éste quién es? pero si me saluda en francés igual me conoce" así que me devuelve el saludo amablemente, jejeje. Ya crucé unas palabras con él cuando estuve en Vallnord el año pasado y el tío es muy majo y simpático. Aunque estaba ahí en medio del cotarro de la Copa del Mundo, con más gente saludándole, el tío tuvo la educación de mantener una breve charla conmigo. Y nada, ahí estamos Edu, Alvaro y yo ya colocados, esperando al pistoletazo de salida. Ahí por delante deben de estar Hermida, Coloma, Trujillo y todos los pros del pelotón, que para ellos 50kms será poco más que un paseo o un calentamiento.

Arrancamos!!! la salida es por las calles del pueblo, algunos giros y frenazos, pero voy progresando. Alvaro sale como un tiro e intento seguirlo, pero no quiero cometer el error de la Madrid Segovia, así que siguiendo los consejos de Edu, mejor ir dosificando y darlo todo el final, que al revés. Pero bueno, tampoco voy a ir pisando hormigas y pongo un ritmo vivo. Vamos adelantando a la gente de la cola del pelotón. Ya van varias carreras que salgo de atrás y hombre, tiene el problema que no puedes salir a tu ritmo, o incluso pillar un grupo que vaya a tu velocidad; pero tiene la parte positiva que no te calientas la cabeza, coges tu ritmo, sin fijarte en los demás y vas adelantando en mayor o menos medida.

Salimos del pueblo, Alvaro sigue a lo lejos aún le veo, pero imposible seguirle. Edu y yo vamos adelantando a gente como buenamente podemos. Algunos giros para salir del pueblo, ligeros frenazos y tapones para evitar charcos, incluso saliéndonos del camino incluso. Pasados los primeros kms, el grupo ya se va estirando. El trazado sigue discurriendo por pista y es sencillo adelantar, o incluso ir en grupo. Con toda la confusión del principio, pierdo a Edu de vista. Echo la mirada atrás un par de veces, pero no le veo. Lo más seguro es que me haya adelantado en algún momento de confusión, así que tiro para alante. Aprovecho algunos llaneos y bajadas para bajar piñones y a lo lejos, me parece divisar la inconfundible silueta de Alvaro XDDD.

Consigo conectar con él en una bajada. Típica bajada de pista ancha, pero muy rota, con dos o tres trazadas posibles. La mayoría del pelotón yendo por la más obvia, pero para adelantar, hay que elegir la otra, la "complicada" que consiste en un pequeño paso de rueda cortado por varias zanjas creadas por el agua. Toca tirar de manillar para salvarlas y no irme de bruces por delante de la bici. Me he quitado de encima un buen grupo. Termina la bajada y al llegar al llano, levanto el pie para esperar a Alvaro. Desde aquí iremos juntos hasta empezar la subida a Patones de Arriba. Nos vamos dando relevos, nos metemos en grupos, tomamos la iniciativa de algún grupo y así pasamos por el primer avituallamiento a 25 km/h de media. En las subidas me quedo un poco, voy con cierto miedo a darlo todo en la primera subida de turno y quedarme penuriando el resto de la carrera.

Tras pasar el primer avituallamiento, me pongo a su rueda y seguimos avanzando, hasta enganchar con un grupo, ayudados por el viento que tras ese giro nos pilla a favor. Enganchamos ese grupito que nos lleva por una corta subida a uno de los senderos que van por encima de las tuberías del Canal. Un sendero con dos vías practicables, le chisto a Alvaro, nos salimos del grupo, y voy tirando hasta que llegamos a la primera subida importante de la carrera que nos llevará a Patones de arriba. Allí relajo el ritmo, quizá podría haber aguantado el suyo, pero prefiero no agotarme tan pronto. Así que plato pequeño, bajo unos pocos piñones y como me decían en Andorra, "chano chano" y voy subiendo a mi ritmo. Alvaro por supuesto, va fuerte y le pierdo. LA subida son unas pocas zetas, en ocasiones con bastante inclinación, algunos tramos con hormigón roto, gente animando, que eso siempre ayuda. Aún yendo a mi ritmo, voy adelantando a unos pocos, así que no voy tan mal.

Termina la subida y entramos en una zona de llano, bajada, falso llano que tras una peligrosa bajada por pista nos lleva a la carretera que sube a Patones de arriba. Como siempre en las bajadas, suelta freno y mete plato. Voy avisando en los adelantamientos por dónde voy a rebasar, para que no me hagan ningún cambio de carril por sorpresa. Llegamos a Patones, nos desvían por un sendero que va a lo largo del arroyo Patones y ahí toca desmontar. Hay un paso técnico, unas escaleras que subir, unas cuantas rocas no muy ciclables y bueno, toca tapón. Aprovecho para descansar un poco, que no viene mal, recuperar un poco el aliento. Salvamos la zona técnica y cuando considero que ya puedo empezar a pedalear, me subo a la bici y a tirar. Por suerte, algunos aún siguen a pie y consigo adelantar algunos puestos. Las zonas técnicas siempre desgastan más, tienes que controlar las fuerzas para no patinar, mover el cuerpo para balancear la bici. Y te entra la duda de "¿aprieto para pasar la zona pedaleando y adelantando?" o "¿sigo andando hasta llegar a una zona más ciclable?" A pedalear!!! que hemos venido a competir.

La subida desde Patones no es muy larga y tengo a la vista a dos que intento alcanzar para tener una bajada un poco más libre. Al primero consigo adelantarlo, pero al segundo no y me toca ir detrás de él frenando en gran parte de la bajada. Una bajada algo técnica, un sendero hundido en un reguero, que en algunos tramos no te permite dar pedales porque las bielas tocan contra el suelo, así que hay que mantener la velocidad lo máximo posible, lo que significa tocar el freno lo mínimo posible. Y el que llevo delante clava el freno en cada curva, incluso derrapando. PEro es que no hay forma de adelantarme. Y lo que me preocupa es la gente que me pueda venir por detrás. Pero por "suerte", tuvo un ligero toque con la biela en uno de los lados del reguero, fue dando tumbos de lado a lado como una pelota en un pinball y se fue al suelo. Una caída aparatosa pero nada más. El caso es que ahora tenía vía libre para bajar a mi ritmo. Más adelante el sendero va ganando inclinación y desaparece el reguero para convertirse en un sendero más "llano", aunque no le faltan piedras, trialeras y algún que otro salto.

Voy en la gloria, adelanto a un par de ciclistas más que me dejan paso muy amablemente cuando la anchura del sendero lo permite y justo cuando termina el descenso, consigo alcanzar a Alvaro. El tramo técnico continúa un poco más y le saco algo de ventaja. Tampoco ayuda que se le pone delante un máster60 haciéndole tapón, que no consigue adelantarle. Yo sigo a mi ritmo, adentrándonos en un precioso tramo que va por un olivar. Voy tras un grupo que va muy fuerte, pero voy cómodo a su rueda. Pasamos al lado de un pobre que ha partido su cuadro, qué putada. Llegamos al segundo avituallamiento tras el cual empieza la segunda y última subida larga y fuerte de la carrera. Levanto el pie, me extraña que Alvaro me haya perdido la rueda. Y al llegar me cuentas sus penurias, jejee. Qué putada cuando alguien te tapona y no hay manera de adelantar.

Empezamos la segunda subida, pongo la altimetría del track para controlar la distancia y el esfuerzo. Esta vez sí trato de seguirle el ritmo, pero como a mitad de subida, veo a Muriel Bouhet, una ciclista francesa, que corre con el equipo Canyon a la vez que trabaja como reportera de deportes, escribiendo crónicas de carreras y pruebas de bicis. Y poder subir con ella hablando en francés es todo un lujo. La tía entrena por mi zona y nunca he tenido el lujo de coincidir con ella, así que compartir pedaladas y charla con ella por Buitrago es todo una gozada. La subida son una serie de zetas, y en una de ellas, Alvaro está en la horizontal siguiente y me pega un grito de "vamos!!! dale!!!" a lo que le contesto que "ya te pillaré, ya...". Me despido de Muriel, que va a un ritmo de relax (hoy no competía) y vuelvo a ritmo de carrera. Termina la subida de zetas por pista ancha para meterse en un sendero con más inclinación. Toca meter plato pequeño, bajar piñones para ganar cadencia y manejabilidad por un sendero que no conozco, y ante un imprevisto, mejor subir unos piñones y jugar con el plato pequeño.

Voy a rueda de uno, que consigo adelantar a la salida del sendero que nos lleva a una bajada por pista muy rápida y con una curva en la que salgo a por una parcela. NAda peligroso, frenada in extremis y vuelta al redil. Veo que no soy el único, porque el que iba por delante de mí también se ha ido de frenada. Y de repente, una pared. Unos 500mts de pared que nos adentra en una urbanización. Empiezo pedaleando, acabo metiendo plato pequeño, piñón grande y no sé...se me cruza un cable y acabo bajándome de la bici. No sé, me da miedo desgastarme estando tan cerca de la meta, y no llegar. Así que prefiero conservar algo de fuerzas que no ando muy sobrado. Veo a Alvaro coronando, pero a mí aún me faltan unos metros y le pierdo de vista. Tras este paredón, ya empieza la bajada final al pueblo, cruzando algunas calles de la urba, algunos repechos que se pasan volando, apretando las piernas. Y de repente la última bajada técnica de entrada al pueblo y veo a Alvaro a unos 500mts. Así que me dejo caer quizá arriesgando un poco de más y logro alcanzarlo para entrar los dos juntos a meta.

Muy contento al acabar la carrera. Contengo de haber podido seguir su ritmo, así que tan mal no voy a estas alturas de año. Habrá que ver si sigo así de "bien" unos meses más tarde. Edu llega al cabo de unos minutos, no mucho más que nosotros. Y terminamos la jornada con una buena comilona. La verdad, es que un día 10. Muy contento. No hay que olvidar que el recorrido ha sido recortado en longitud y altimetría. Quizá no habría tenido ritmo y fuerzas para el recorrido inicial, no sé...