lunes, 1 de junio de 2015

Gordas, gordas, muy muy gordas... #fatbikes

Ya lo decía la canción de La Orquesta Mondragón, y es que ellos las prefieren gordas. Creo que es la única prueba en la que he ido con una sonrisa de oreja a oreja desde el inicio hasta el final. Una pasada, fue como un juguete grande, una sensación indescriptible...que voy a tratar de transmitiros en esta entrada. Ya sabréis que tras las medidas 29" vs 27,5", la última moda en el ciclismo han sido las fatbikes. Que ciertas marcas han intentado eclipsar con una medida de rueda denominada '27+'. Aquí en España, desde mi punto de vista, quien ha estado metiendo las fatbike con calzador ha sido Josef Ajram, que incluso ha montado una marca para comercializar este tipo de bicis. Junto con Santi Millán y un clásico del MTB como Tomás Misser, montaron un equipo para participar en la Snow Epic, una carrera de varios días en la nieve suiza dedicada exclusivamente a las bicis de ruedas gordas.



Había leído y oído de todo acerca de ellas. Que si lastran mucho, que menudo muerto, que eso pesa un quintal, que solo vale para ir por dunas o por nieve...de todo. Luego me las había encontrado por algunos senderos de la sierra y en la Monegros, que durante un buen rato fui en un grupo liderado por una fatbike y a muy buen ritmo. Un colega del foro tiene una fatbike y parece estar muy contento con ella, así que cuando ví la oportunidad de poder probar una, no lo dudé y me apunté. Una Stevens, modelo Mobster Angled, un bicho de 14kg con cuadro de aluminio y horquilla rígida, con unas Schwalbe Jumbo Jim de 4" de anchura. En la transmisión, un XT 2x10 con bielas race face 36-22. En esta prueba, no recuerdo haber metido el plato grande, fui casi todo el rato con el pequeño. También es que el recorrido del test no tiene demasiada pista, ni es propenso a alcanzar grandes velocidades.

Lo primero: todo el mundo se gira para verte, no falla. Por mucho que sean aficionados al ciclismo que conocen las fatbike, nadie (entre los que me incluyo) puede no girarse al ver pasar una fatbike. Y encima, para mi talla de biker, creo que es la bici ideal, jejeje. Biker grande, bici grande...ande o no ande. Pero en este caso, sí que anda y cómo!!! Las primeras sensaciones al probar la bici en el recinto ferial, a velocidad lenta, giros cerrados, es que las ruedas tan anchas tan mucha estabilidad. Parece que la bici no va a girar, pero sí, la rueda realiza el giro correctamente y no resbala ni pierde adherencia. Las sensaciones fueron muy buenas. Una extraña sensación de finura dentro de lo basta que parece la bici a simple vista.



Salida del pueblo por el empedrado y no se notaba nada. Salvo algún badén o irregularidades de desnivel, el empedrado no se sentía bajo las ruedas. Incluso yendo con horquilla rígida. Me puse un rato de pie sobre los pedales, y trepaba sin problemas, no se notaba demasiado pesada ni que lastrara en exceso. A ver, la bici tiene sus 14kg...ligera no es, no estoy llevando una rígida carbónica con monoplato, pero sorprendía muchísimo la ligereza con la que avanzaba. Y hay otras dobles que pesa fácilmente esos 14kgs.

Llegamos a un primer tramo en donde iba a probar una de las mejores virtudes de la bici: la tracción. El sendero va bordeando la tapia de una casa y tras un giro ciego, te encuentras con un corto repecho con algo de desnivel, lleno de piedras sueltas, y otras clavadas en el suelo. Las veces que pasé con la 29" lo hice no sin ciertas complicaciones, hay que pillar bien la trazada en ese tramo, pero ni punto de comparación a hacerlo con una fatbike. Da igual la trayectoria que elijas, que sube sin problemas. La grandísima ventaja que tiene la fatbike es que no das ninguna pedalada en falso. En ningún momento se pierde la tracción y creo que eso es un plus para el cansancio del ciclista. Me refiero a que con una bici normal, cuando se sube por un terreno roto, además del obvio esfuerzo de pedalear, hay que jugar con los pesos, tirar de manillar, ajustar la fuerza del golpe de pedal para evitar perder agarre, colocarse sobre el sillín. Sin embargo con la fatbike, lo único que has de hacer es ajustar el desarrollo a la inclinación que tienes que salvar, y pedalear. El firme es irrevelante.



Un poco más adelante en el trazado, el sendero se inclina hacia arriba, una trialera por donde se ha de elegir bien la trazada para no tener que poner pie a tierra. Además que tiene bastante desnivel, en varios sitios hay que tirar del manillar para salvar el desnivel que hay. Vamos, que no es una ascención cómoda. Iba siguiendo al guía, y de repente aminoró la marcha y acabó poniendo pie a tierra por culpa de un rezagado del grupo de test que nos precedía. Con una bici normal, me habría tocado poner pie a tierra, fijo. Pero con la fat, fue cuestión de girar el manillar y buscar una zona libre para subir y zas! daba igual que hubiese raices, o piedras!! Eso era como un tractor, vas subiendo, al tran tran, pedaleando con cadencia, y eso sube todo. Es una maravilla. Además de aprovechar toda la fuerza de la pedalada, te sientes seguro, sabes que la rueda trasera no te va a hacer ningún extraño, ni se va a desplazar lateralmente ni nada. Es una auténtica pasada.

Otro detalle que me gustó fue la adherencia que da el neumático delantero. Poneos en la típica situación en la que vais subiendo, con vuestra bici con neumáticos normales y llegáis a un giro. Para evitar que, en pleno giro, la rueda delantera derrape en el sentido de la marcha y se vaya, habrá que avanzar el tronco para cargar peso sobre la rueda delantera y ganar adherencia. Con la fat eso no es necesario, la bici responde sin problemas al grado de giro del manillar y hará el giro que el ciclista quiera. Realmente es muy sencillo llevarla, y creo que donde más gana, es en velocidades bajas.



Después de probarla en varios tramos de subida con varios grados de dificultad, tanto técnica como física, llegaba una zona de llaneo. Sinceramente, no lastra tanto como pensaba. Creo que el doble plato le sobra, con un monoplato me parece que iría sobrada. Es una pena que el circuito de la prueba no tuviera un tramo de pista ancha para ver qué tal se comporta, pero sí, no es una bici para realizar grandes distancias, la veo más como una bici para hacerse una rutita de 30/40kms, sin preocuparse del terreno por el que va a discurrir el paseo. En la bajada penalizaba un poco el no llevar horquilla de suspensión. Como primera toma de contacto, me llevé un par de sustos en las primeras curvas con algo de peralte, pero una vez acostumbrado a llevar una rígida, ningún problema. Otro punto negativo era el ruido que hacían los frenos, no sé si por el hecho de ir con horquilla rígida o por que fuesen nuevos.

Al circuito que hice con la fatbike fue el corto, evitando uno de los tramos "delicados" de bajada. Directamente cogimos un sendero que va enlazando curvas entre pinos y la fatbike te permite ir a una velocidad bastante alta sin que la rueda pierda agarre en cada giro. Obviamente no iba a la velocidad del rayo, pero la seguridad que daba en los giros era alta. Tras esto, otro senderito con un par de cortados y unos saltos en los que no me costó mucho hacer saltar a la bici. Realmente, una vez está en movimiento, es más ligera de lo que pueda parecer. Uno de los cortados tiene unas raices, que con una bici convencional puede ser fácil encajar la rueda entre un par de raíces, sin embargo con la fatbike, uno está por encima de todo eso. Pasas por encima de las raíces sin ninguna preocupación.


Llegando al recinto ferial, bajamos por uno de los tramos que más juego me dio con la fatbike. Bajada con una ligera inclinación, con grupos de 2 o 3 escalones cada 10mts. Para bajar, pues bien, con tacto y cuidado...que la horquilla es rígida, no hay que olvidar eso. Aunque la rueda delantera amortigüe bastante las irregularidades, cuando son desniveles, hay que ir con ojo. Pero llegué abajo sin problemas. Pero ahora llegaba lo bueno, me surgió la idea de bombero de subir por el mismo tramo. Con una bici normal ni me lo habría planteado, pero con la fatbike...dicho y hecho. Un ligero tirón de manillar para que la rueda delantera salve los escalones, y la trasera sigue sin problemas. Pedaleando redondo, sin hacer demasiado esfuerzo, la bici va salvando los grupos de 2 ó 3 escalones que me voy encontrando, hasta llegar hasta arriba. Prueba superada.

En resumidas cuentas. Para el ciclismo que practico, una fatbike no sustituiría una XC rígida de 29", pero como bici de recreo/entretenimiento, iría perfecta. Una bici ideal para rutas de 30/40kms, para ir al tran tran, sin piques ni hostilidades. Una bici para ir tranquilamente. Su principal fuerte son las subidas, sin importar la dificultad técnica. En llaneo, normal, sin problemas. Penalizará un poco frente a una bici normal, pero tampoco es una bici para competir. Y en bajadas, pues equipando la fatbike con una horquilla de suspensión, bajarás por los mismos sitios por los que bajarías con una 29" con menos problemas. No es una doble tampoco y no bajarás a la misma velocidad que una doble, pero la confianza que da bajando merece la pena. En fin, una prueba que me gustó muchísimo, una pena que no hubiese durado más.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario