sábado, 16 de julio de 2016

Aterrizando en Andorra

Bueno, precisamente "aterrizando" no sería el término ideal. Por motivos de curro, como siempre, esta vez tocaba expatriarse por una duración media. Menos tiempo que en Zurich, pero sí unos meses, por suerte partidos. La idea original era estar 4 meses y por suerte el plazo empezó a mediados de junio y se acabó alargando a cuatro meses y medio. Así que por ahora iba a estar un mes y medio y luego vuelta a casa para pasar el mes de Agosto. Así que ni tan mal. Lo bueno era que esta vez sí me podía llevar la bici, a diferencia de Zurich que el viaje fue por avión (aquí vine en coche) y sabía el tiempo que iba a estar de forma fija (no como en Zurich que era variable, incluso mi emplazamiento en cliente). El piso que me ofrecieron era como siempre, un business apartament, alargado, estrecho. Justo al entrar, en un recibidor muy estrecho, una cama bastante justa y encajonada. A continuación el pasillo con el baño, muy nuevo y remodelado y muy amplio. Y desembocando en la única estancia principal del piso con la cocina, una mesa comedor con cuatro sillas y la cama abatible.

Había oído que Andorra era el paraíso de la bici, del MTB así que una de las primeras cosas que hice fue investigar por wikiloc buscando rutas asequibles por la zona, rutas que salieran desde Andorra. Me dí una vuelta por las múltiples tiendas de bici que hay por la ciudad preguntando por clubs o por rutas. Y en la mayoría de las veces la respuesta era que las rutas de MTB buena son por la zona de la Seu d'Urgel, o subiendo con el coche a las estaciones de bike park, algo inasequible para mí al no disponer de coche.

Los primeros "baches" aparecen al cargar las rutas al GPS y tratar de seguirlos. No sé cómo los habrán hecho, si dibujándolos con algún programa o porque mi GPS no estaba bien calibrado, pero en la mayoría de las rutas que seguí el track no iba ni por la carretera ni por el camino marcado. Siempre iba por fuera. Acabé desactivando las notificaciones sonoras y los avisos porque iba siempre fuera de track y me volvía loco tanto pitido. Tampoco había mucha opción por donde perderse, así que bien. Empecé a conocer las zonas más cercanas a Andorra: subida a Sispony, la Comella, el lago d'Engolasters, PRECIOSO!!! con unas vistas alucinantes del valle de la zona de Grandvalira. Pero el principal problema es que estas rutas son principalmente de carretera, el 80/90% del recorrido era por asfalto, y yendo con la MTB es poco compatible y de ahí surgió un poco la chispa de la carretera que ya comentaré más alante.

Algunos colegas del curro compartían afición al ciclismo y me llevaron a hacer algunas rutas de MTB por la zona de la Seu, muy bonito con unos senderos espectaculares, pero supone 20kms de ida + 20 kms de vuelta, más la propia ruta. Eso limita un poco la elección de rutas. Bueno, quizá eso sea una excusa barata, pero en según qué ruta se hace, 20kms de subida tendida para volver a casa son mortales. Y en alguna ruta que me aventuré a bajar hasta la Seu, la vuelta a casa fue extenuante.

En estos primeros meses, con más luz de sol por las tardes, las rutas de "MTB" que más hacía era subirme hasta Engolasters y desde el lago ir hasta la subida de Portals d'encamp por una pista con unas vistas preciosas. Una pista plana, a media falda de la montaña, atravesando algún túnel. Me encantaba. Pero volvemos al mismo problema de siempre, el resto de la ruta era por carretera. Los caminos a tan baja altura eran inexistentes. La otra ruta de tarde, era la subida hasta el Pic Carroi...bueno, eso tenía pensado hacer hasta que me enfrenté a los primeros metros de subida y un ataque de moscas, por lo que tuve que desistir. Y la ruta quedó en subir a Sispony, y luego coger un poco la pista hasta su cruce con el arroyo que baja desde el collado de Montaner. Pero más de lo mismo, hago más carretera que montaña. Y vuelta a casa, que tampoco andaba yo muy sobrado de luces y me volvía con cierta penumbra.

Durante estos primeros fines de semana en Andorra, entre visitas, viajes fuera de Andorra y la Andorra Outdoor games, no me quedaron muchos fines de semana. Hice un par de rutas por la zona de La Seu, como he comentado antes, con muy buenas sensaciones. Unos senderos preciosos, interminables. Normal que la Seu tenga esa buena fama de rutas de MTB por la zona, disfruté como un enano y en más de una ocasión eché en falta no haberme traído la cámara para grabar el recorrido. Salieron algunas fotos, pero imposible captar con ellas el entorno. Pero la ruta heavy que más recuerdo fue la subida al Pic Negre. Fue una ruta que fui encontrando a trocitos por wikiloc. La subida al Pic Negre estaba trackeada, pero la bajada a Andorra la Vella no estaba muy clara. Pensé que al llegar a lo alto de la cima encontraría la manera de bajar, pero no fue así.

El Pic Negre es una cima que hay a unos 2821 mts. Esta es de las pocas rutas que hice por Andorra  por caminos y pistas en su gran mayoría, iniciando la subida desde la frontera hasta Arcavell y desde allí hasta la zona de Naturlandia, a unos 2000mts de altura. Esa subida ya te va calentando y te lleva ligeramente por encima de Naturlandia y justo llegando al top de esa subida, una fuente me salvó la vida porque me había quedado sin agua en el Camelbak, que en Julio ya pega fuerte el calor. Pero una fuente de la cual no habría cogido agua de la fuente directamente. Menos mal que llevaba una especie de potabilizadora comprada en Decahtlon que me libró de una buena. Desde entonces, siempre que hago una ruta por zona desconocida en la que aprieta el calor, la llevo conmigo.

Tras dejar atrás Naturlandia, se sigue subiendo hacia el Pic Negre por unas pistas que en más de una ocasión superan el 25% de inclinación. Ya se está por encima de la mayoría de los picos de Andorra y el ojo alcanza a mayor distancia y las vistas son impresionantes. Se llega a ver la zona del circo de Cerdanya, algunos de los picos más altos de Andorra y el pic Negre ahí a lo lejos. Mucho viento, muchísimo viento, lo que hizo incómoda la subida, pero finalmente lo logré. Pero el camino de bajada a partir de ahora no era muy claro. El track que tenía cargado en el GPS no tenía lógica, ya que me enviaba por el precipicio que hay al otro lado de la ascensión al pico. Había una pista que empezaba a bajar en dirección a Andorra y llegué hasta el final, pero lo que había más allá no me convencía. Un pequeño sendero se salía de la pista por la cuerda de una cima hasta una cruz blanca, pero a partir de allí nada. No eran horas de ponerse a explorar, y el tiempo parecía no acompañar. Así que me rajé y me dí la vuelta. Tocó remontar casi hasta el pic negre, aunque pude rodearlo un poco y volver a bajar hasta Naturlandia. Desde allí, para evitar tener que bajar otra vez hasta la frontera, decidí coger la carretera que baja desde Naturlandia hasta Sant Julià y desde allí ya a casa. De todos modos, aún no habiendo hecho la ruta que tenía en mente, salieron buenos números.

En resumen, estos dos primeros meses fueron interesantes, de investigación, salir a correr por las tardes y aprovechar los fines de semana para entrenar de cara a la Andorra Outdoor Games a la que nos habíamos apuntado Alvaro y yo. 90kms con unos 2000mts de desnivel. Siempre es más que lo que hice en Zurich, ya sea por parálisis al irme a un país distinto, o por el motivo que fuera.




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