sábado, 23 de julio de 2016

Fantasmeando en tierras andorranas (AOG 2016)

Pues no, no se está tan mal aquí en Andorra. Hombre, no es tierra para blandos, no. Aquí o subes o bajas. Y no, no hablo de subiditas tendidas o falsos llanos, hablo de rutas que no llegan a los 40kms en los que te cascas más de 1500mts de acumulado. Y como no, otra vez estaba por ahí Alvaro liándome para apuntarnos a una carrera, aprovechando que estoy viviendo aquí por unos meses. Se trata de la Andorra Outdoor Games, en dos modalidades: 50kms y 90kms con 2000mts y 3000mts de desnivel acumulado respectivamente. Y claro, a cuál nos íbamos a apuntar si no era a la de 90kms. La de 50 es para losers...sí, sí, "losers". Los meses de Junio y Julio no fueron muy allá y tampoco pude entrenar muy bien y al final....los dos valientes nos cambiamos a la modalidad de 50kms. Yo aún tenía la sombra de la Madrid Segovia sobrevolándome y no estaba para pruebas hercúleas y en el tiempo que llevaba aquí, ya me había enfrentado a las duras rampas andorranas y no estaba la cosa para cachondeo. Creo que con la de 50kms ya iba a tener suficiente. Al final pudimos hacer el cambio y bien, estábamos satisfechos.

Llegaba el finde de la carrera, Alvaro llegó el viernes a última hora, lo que nos dio tiempo justo para descargar el coche e ir a cenar al McDonald's de la Meritxel, que cerraba a las 23h...uuuhh!!! horario límite!!! Y nada, cenita rápida, comentar el viaje en coche y a casa a dormir, que mañana tocaba salir en bici, o eso creía. La idea que tenía era de subir al lago de Engolasters y luego rodar hasta Encamp para enseñarle un poco la zona, no iba a ser una ruta muy cañera. Pero en lugar de eso, dormimos hasta media mañana, desayuno e irnos de tiendas biciletiles. Es que vivo en una zona muy golosa, con varias tiendas de bici con mucha variedad en un radio de 1km a la redonda. La tentación es muy grande. De hecho hay muchas veces que salgo a dar una vuelta por la ciudad y me dejo la cartera en casa, sino me habría arruinado ya. Ir a recoger los dorsales y lavar las bicis para tener todo listo para el domingo. 

Ir a las carreras con Alvaro es una mala influencia para mí. Yo antes siempre llegaba a tiempo a las carreras, lo hacía todo bien, me levantaba a la hora y ahí estaba, en mi cajón, esperando a que diesen la salida. En Ibiza perdí el dorsal por irnos a mirar stands, ya en Monegros, nos colocamos más atrás de lo normal en el cajón porque "pa qué vamos a ir antes?" pero lo de hoy ya fue un cachondeo. Todo su culpa, jajajjaa. Bueno, algo de culpa tuve yo, pero quien escribe esto, se permite el lujo de poner su propia versión, jajaja. El principal error fue calcular mal el tiempo que tardaríamos en llegar hasta la Rabassa en coche. Primero un ligero despiste al tomar el desvío pasado Sant Julià y luego, que la subida no se hace tan rápido como pensaba. Resultado: llegar a la Rabassa con unos minutillos de retraso con respecto a la hora de salida, algo así como unos 20 minutos, minucias. Y claro, el coche te lo metes por el culo o lo aparcas en donde te digan los voluntarios, a 1km aprox de la salida. Sal del coche a toda hostia, termina de vestirte, casco, zapatillas, GPS, pulsómetro, etc, etc. Y ahí empezó nuestra carrera, teniendo que hacer ese último km de ascensión a fuego, para tratar de enganchar el grupo de la carrera.

Ya llegamos a meta calentitos y ya no había ni arco de salida, ni gente aplaudiendo, ni voluntarios ni nada. Solo los encargados del cronometraje que estaban guardando los aparatos con los que cronometran a la gente que cruza la meta al salir. Nos pidieron nuestros números de dorsal y "¡¡venga chavales!!! que han salido hace unos 20mins!!!". Así que apretamos de lo lindo, los primeros repechos en "danceuse", apretando fuerte, cruzándonos con algunos voluntarios que estaban en los desvíos iniciales y que ya volvían a la zona de meta animándonos. "Venga, vamos!!! vais los últimos!!!" Las pulsaciones a mil, tratando de forzar, pero no demasiado para no vaciarnos en los primeros kms y llegar sin fuerzas.

Después de los 2-3 primeros kms de subida del trazado de la carrera (además del kilómetro extra que llevábamos desde el coche) empezó la bajada y ahí nos dejamos caer como pollos sin cabeza. Apurando en las curvas, y para abajo a tumba abierta hasta que empezamos a divisar a los primeros últimos participantes. Y empezamos a adelantar... "¡¡por la izquierda!!!....¡¡por la derecha!!!!". Tras la primera bajada inicial, tocaba otra subida de unos 3kms, a ritmillo, sin forzar, y continuamos adelantando a gente. El riesgo que teníamos era de embalarnos al ver gente a lo lejos, que nos diera el ansia de acelerar el ritmo para adelantarles y vaciarnos antes de tiempo. Ya les adelantaríamos a su debido tiempo.

Tras esa primera subida, tocaba una de las bajadas más divertidas de la carrera, un sendero estrecho, cruzando un pinar, con el suelo húmedo, la tierra algo compacta, ideal para el agarre de los neumáticos. Aprovechamos aquí también para dejarnos caer grácilmente, pidiendo paso cuando era posible, adelantando a todo el que pudiéramos, tratando de no perder excesivo tiempo. Tras el sendero una pista rápida con horquillas que daba paso a Bescaran en donde estaba el primer avituallamiento y después a una carreterita de pueblo asfaltada que nos llevó a una de las subidas largas de la carrera. Allí ya había gente parada...joder, no llevábamos ni 20 kms y ya se paran?? a saber a qué hora llegarían a meta.

Un gustazo ir adelantando todo el rato a la gente. Nadie nos adelantó, vale que era porque habíamos salido tarde, pero bien podríamos haber pegado un bajón y desinflarnos, pero no, nos íbamos aguantando el ritmo. Yo de vez en cuando me pegaba algún calentón tratando de alcanzar a algún grupo que veía a lo lejos, pero relajaba un poco para esperar a Alvaro y así nos íbamos dando relevos. La pista nos llevaba desde España hasta Andorra y a medida que íbamos avanzando, me llegaban SMS avisándome del cambio de roaming. Y de aquí, tocaba la última bajada, la pista bastante rota, no era una trialera, pero sí que tenía bastante rocas por el camino, algún que otro salto y raíces. Entre tanto, una moto nos iba adelantando, despacito, animándonos a todos y al rato le seguía el primer clasificado del recorrido de los 90kms....habían salido a las 8h y llevaba 40kms más que nosotros y ahí iba el tío, como una rosa con pistones por piernas. Hay que decir que entre ese momento y mi llegada a meta, no vimos pasar al segundo clasificado de la 90kms....y eso que este tío no debe ser de los profesionales.

Lo mejor en estas bajadas es dejarse caer, sin tocar el freno, es mejor pasar volando por encima de las rocas y raíces que ir despacio frenando tragándote todos los agujeros del camino. Y así íbamos...pidiendo paso, el uno tras otro. Por donde pasaba yo, iba Alvaro detrás de mí y viceversa, en plan locomotora. Pero clavé freno en un desvío. Era un desvío que ya había tomado con un colega del curro del banco en mi primera ruta por Andorra, y que según el track de la carrera que había visto en días anteriores, estaba convencido que teníamos que tomar ese giro. Uno de los que habíamos adelantado se paró con nosotros y dijo que no había visto ninguna marca que indicara que había que desviarse. Así que continuamos todo recto sin desviarnos, volvimos a dejar atrás al hombre que nos había alcanzado a duras penas hasta que llegamos de repente al segundo avituallamiento....casi aterrizo sobre la mesa. Estaba colocada a la salida de una curva cerrada.

Un par de vasitos de coca cola y un trozo de plátano para el buche y a seguir. Ahora tocaba la última subida, unos 10kms de ascensión hasta los 2000mts en donde estaba la meta. Partíamos de unos 1300/1400 mts de altura. Ya conocía la subida de cuando subí al pic Negre, así que con tranquilidad. misma filosofía que en las anteriores subidas, ritmo constante, sin pretender acelerar la máquina, quizá conservador, pero lo suficiente para acelerar en los últimos kms. Llevaba la Madrid-Segovia en la memoria, recordando lo mal que lo pasé por apretar demasiado al principio. Me puse la altimetría de la carrera en el GPS para controlar lo que quedaba de subida, aunque tampoco hacía mucha falta. Lo miraba más por curiosidad que por necesidad. Pasamos por la pancarta de los últimos 5 kms y ahí empecé a bajar un par de coronas para acelerar el ritmo. Solo 5kms y conociendo la subida, esto estaba hecho. En algunos tramos un poco más empinados me ponía de pie sobre los pedales para pegar un último apretón hasta que la ascensión terminó.

Tocaba un ligero llaneo en el que intercambié unas palabras con otro competidor, para recuperarme un poco de las últimas rampas y luego ya volví al ritmo anterior. Llegamos a una bifuración en el que una mujer y el que debía de ser su hijo nos daban las indicaciones de qué camino coger. Había que tirar de frente, ¿pero por ahí? ¡¡sí, sí, por ahí...coged la trazada de la derecha!!! Joder, menudo paredón teníamos de frente. Una pared de 400mts y un 20% de desnivel en los primeros 100mts. Tras ese rampón, una zona llana que nos llevaba a meta en donde coincidimos con los que venían de la prueba de trail. La meta al fondo, tocaba apretar y ponerse a pedalear de pie. No iba a ganar la carrera, pero tampoco hay que dejarse llevar, no?

Al final, tiempo oficial 10º y tiempo real, 35º. No está mal, teniendo en cuenta que llegamos tarde, jeje. Por una parte, llegar tarde a la salida nos vino bien, no pillamos ningún tapón en las zonas estrechas, y pudimos ir a nuestro ritmo, sin dejarnos llevar por la gente que va más fuerte. Llegaron 157 y 48 no pudieron llegar. Los dos estábamos pletóricos, muy contentos, cansados lógicamente, pero no extenuados ni apajarados. Podríamos haber apretado más? quizá, pero fuimos al ritmo justo para disfrutar de lo grande.

1 comentario:

  1. Te quieres creer que lo he leído hoy y me has hecho disfrutar como un enano? Sana envidia, amigo mío! Gracias por escribir y compartir tus aventuras. Un saludo!

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