domingo, 11 de septiembre de 2011

Erase un barquito chiquitito

Que navegaba entre las agitadas aguas del lago de Zurich en un tempestuoso domingo de Septiembre....10 años después de aquel fatídico y trágico atendado que sufrió EEUU y que repercutío en gran parte del mundo "civilizado" en forma de pánico, paranoia y desconfianza general. Pues eso, ahí estaba, en uno de los barcos de Zurich que circulan por el Limmat y un poco en la zona del lago cercana a la ciudad. Ya había visto estos barcos cuando llegué a Zurich, muy parecidos a las "péniches" que navegan por el Sena en París, pero más pequeñas. Pero no fue hasta principios de verano que empecé a utilizarlas.

Principalmente, estos barquitos me sirven para ir desde Zurich hasta una zona del lago en donde me suelo bañar, Zurichorn. Este sitio está al final del Jardín Chino, justo al final de uno de los grandes paseos que bordean el lago y, aunque se puede llegar mediante el tranvía y luego andando, el barco tiene su gracia. Y la frecuencia es alta, cada media hora, pero más o menos suelo llegar justo a cogerlo. Quizá sería más fácil bañarme en el Limmat como casi todo el mundo que conozco. Y es que al parecer el Limmat es super cool y super guay, el ambiente es...bueno, pero aún con tooodas esas bondades, está en pleno centro de la ciudad. Y para bañarme entre coches y edificios, para eso me voy al Manzanares. Prefiero irme a Zurichorn en donde puedo ponerme a nadar y sentirme claramente en mitad del agua, o nadar "lago" adentro que tiene su gracia.

Lo que me llevo dando cuenta desde hace un cierto tiempo, es que los suizos no saben hacer cola. Debe ser algo superior a sus fuerzas y cuando ven una cola, se plantan delante de todos como si hubiese nadie esperando. Llegan y aunque tú estés ahí esperando desde hace 10 minutos, se ponen a tu altura o incluso delante. Digo suizos, porque la mayoría de los que he visto hacer eso hablan kartoffel...así que suizos. Los turistas que he visto llegar a la cola, se ponen a la cola, como cualquier persona con un mínimo de educación y civilización y respeto por el prójimo. Y me pone aún de más mala hostia cuando por culpa de una panda de cretinos, uno se queda sin espacio.

Claro, por alguien que se cuele, no vas a montar un pollo, menuda chorrada, el mundo no te va en ello, es solo una persona, dos como mucho...o alguna familia XDD. Pero cuando te lo hacen una, y otra y otra...al final se te agota la paciencia. Pero te sigues callando, lo más seguro es que si montes el pollo, te miren como si fueses un bicho raro. Qué cosa más rara!! enfadarse con alguien por semejante tontería!!. La otra técnica de los suizos para "enfrentarse" a las colas, no es FIFO o LIFO, es "cuanto más empujes, antes entrarás". Y es que la técnica utilizada se basa en pegarse al culo del que hay por delante y achucharle para tratar de entrar antes en el sitio. Una gran técnica, sí señor. Tanto para subirse a tranvías, como a barcos, como a aviones.

De hecho, esa sensación se vuelve a sentir en los aeropuertos, cuando estás haciendo cola para embarcar. Antes de entrar en el avión, tanto en Madrid como en Zurich, la gente suele formar una cola más o menos ordenada. Y estoy seguro de que entraría perfectamente sin problemas si cada pasajero fuese entrando uno por uno. Pero la compañía de turno tiene la brillante idea de embarcar a la gente por asientos y entonces...a tomar por culo cola y Cristo que lo parió.

Uno de los aspectos que más me gusta de Zurich es el transporte público. Sobretodo el tranvía. Me lleva a cualquier parte de Zurich en nada de tiempo, no suele ir muy atestado de gente como puede ir el metro de Madrid...aunque también hay que tener en cuenta la diferencia bestial de habitantes de ambas ciudades. Y los tranvías suelen tener preferencia sobre el resto de la gente, con lo cual no suelen tener que esperar en exceso en comparación con los autobuses, por ejemplo. Su frecuencia es bastante buena, con lo cual no se suele esperar mucho. Pero llega el momento de salir del tranvía...en donde te vuelves a tropezar con esa educación y civismo del que tanto hemos oído hablar cuando salir del tram se vuelve un poco complicado. No imposible, tampoco hay que exagerar, pero algún codazo u hombrazo sí que repartes para salir.

Y luego ya, lo que es de traca, es cuando hay que echar a correr para coger un tram o un tren y claro, se accede a él por una sola puerta. El sentido común haría que la gente se fuese repartiendo por el medio de transporte que sea para que el resto de la gente pueda seguir entrando antes de que se vaya el vehículo en cuestión. Pero sorpresa!! ahí están todos, como borregos, apelotonados y sin hacer ningún ademán de moverse para facilitar tu acceso. Así que si hay suerte y aún te queda tiempo, consigues entrar por la siguiente puerta y sino, pues perderás el tren o el tram y a seguir esperando.

En fin, habrá que irse adaptando a las costumbres y saltarse unas cuantas normas de civismo, será divertido.

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